Entre sombras

Una leyenda

Halloween, la noche de los muertos vivientes una época de oscuridad y misterios total.

En estas épocas es normal que grupos pequeños o grandes de jóvenes se junten en pequeñas fogatas para contar historias de terror bajo la luz de la luna llena y las estrellas como testigos.

En una de esas fogatas sería de un bosque se encontraba un grupo muy peculiar de chicos de no más de 18 años de edad, todos están sentados en pedazos de madera cortada alrededor de la fogata que iluminaba con fuerza aquel lugar mientras que los mantenía calientes ante la fría noche.

Ahí se encontraba una chica de pelo rosa, un chico de piel pálida, un lobo, un conejo y un vagabundo. O mejor conocidos por sus nombres, Nia, Killer, Bobi, Conter y Gona.

Un grupo pequeño pero no necesitaban de nadie más pues entre ellos era suficiente ya que se la pasaban riendo y haciendo cualquier cosa que se les ocurriera.

La chica Nia se puso de pie afinando su garganta mirando a todos decidida a empezar a contar su historia, todos guardaron silencio mirando con misterio y curiosidad esperando a escuchar la historia.

-Hoy les voy a contar la leyenda del Administrador del mundo, el cual tiene el poder de matar con tan solo desearlo- decía Nia lentamente moviendo sus manos para contar la historia -se dice que vigila desde las sombras, y aquel que lo a visto ¡no a vivido! para contarlo. Nadie sabe como es pero si saben cuando esta cerca ya que se escuchan pasos esqueléticos desde las sobras incluso dicen que usa una capa roja como la sangre- algunas palabras las decía más alto que otras y el viento soplaba lentamente dando un ambiente más terrorífico a la escena. -no intentes incumplir las normas por que sino el vendrá y te borrara del mundo para siempre- la chica lanzó unos polvos a la fogata haciendo que el fuego se elevara y todos aplaudieron asombrados por la historia de su amiga.

Pero desde la distancia un chico de piel oscura miraba como se reían y disfrutaban pasar la noche todos juntos y el ahí oculto sin poder hablar con ellos, totalmente solo. Soltó un suspiro y decidió volver a su hogar pero iba tan sumergido en su mundo que no se fijó que pisó una rama por error creando un ruido pequeño.

El chico de piel pálida se dio cuenta volteando rápidamente a la dirección de los árboles donde provenía el ruido pero no vio nada más que un pequeño pedazo de tela roja algo rota desapareciendo detrás de un árbol.

-killer ¿pasa algo?- dijo Gona con un tono burlón mirando a su compañero el cual no respondía pues estaba perdido en sus pensando -creo que te asusto la historia de Nia, cálmate es solo una leyenda no es verdad-

-si, tienes razón no es verdad- dijo Killer volviendo a centrar su atención a sus amigos. -¿a quien le toca?- dijo para continuar con las historias aunque en el fondo quería ir a ver qué causó el ruido.

Mientras tanto aquel chico de piel oscura solo agacho su cabeza al suelo lamentándose el tener tal responsabilidad, escuchar lo comentado por el vagabundo le había dolido pues él sabía que aquella leyenda era verdadera.

Pero viajemos al pasado, días y años antes de este suceso.

Una batalla surgía en aquel lugar, todo por que una persona decidió romper las reglas causando una revolución. La primera Guerra del mundo, se necesitaba a alguien para mantener La Paz en aquel lugar pero ¿quién sería el encargado de tener tal poder? Se preguntaban los dioses mirando la pelea que ocurría en ese momento.

Un joven Guerrero del mismo infierno, luchaba con destreza y agilidad en el campo de batalla con su espada de diamante y su capa de color rojo brillante. Su corazón era humilde y su forma de ser fría y malvada, una mezcla perfecta, los dioses desesperados por necesitar su solución lo malo es que tendrían que esperar para saber si podrían entregar tal poder.

Con su espada de diamante el guerrero se propuso el terminar con la vida de aquellos que desobedecieron las normas y causaron la guerra, pero aún siendo tan talentoso su misión fracasó muriendo en el intento por culpa de una traición, o pesaban todos pues los dioses lo rescataron del mundo de los muertos dándole el poder del Administrador, para que este logre su objetivo.

Desde ese momento La Paz duró unos años más pero tantos deseaban aquel poder que se desató la WW2. Los dioses mandaron el mensaje de que el portador del poder tendría que vivir entre sombras nadie podía saber de su existencia y pasaría a ser solo un mito, una leyenda más.

La inmortalidad no estaba junto el poder y la muerte le llegaría al Guerrero, pero ¿cómo encontrarían al próximo elegido? Fácil, El Guerrero decidió ir a buscar al próximo portador de su poder, el siguiente portador de su maldición.

Fueron años de búsqueda y a tal edad ya no podía seguir vigilando a cada habitante, llegó a su antiguo hogar en el infierno y desde la lejanía miró como un niño caminaba perdido con solo una espada de piedra en mano.

Lo cuido y educo como su propio hijo, hijo que nunca pudo tener. Pero ¿de verdad le pasaría tal maldición a aquel niño? Aquel niño que amaba con todo el corazón.

Pues si. Su tiempo había llegado y cuando los dioses le preguntaron quién sería el nuevo portador de su poder el señaló al niño.

-no estoy listo- dijo el niño asustado con la cabeza agachada , el cual solo tenía 10 años.

-Rich, hijo tu estás listo, te conté el pasado y en ti depende el futuro de este mundo.- el Guerrero se quito la capa roja que tenía pequeños Cortes y agujeros en la parte de abajo -esta capa estuvo con migo demasiados años, ahora es tuya llévala y cuida de todos-

¿A quién se le ocurre dejarle tal responsabilidad a un niño? Los dioses decidieron terminar con la educación de aquel chico. A los 15 años se encargó de vigilar entre las sombras. Los dioses ya no lo cuidaran más, ahora estaba el solo.

Volvamos a la actualidad...

Rich caminaba solo por el bosque llegando a un pequeño portal escondido en una cueva. Al cruzarlo llegó a su casa. Un pequeño espacio encerrado con un montón de cosas a su alrededor.

Una puerta lo separaba del peligroso mundo del infierno pero a él no le importaba salir a pasearse por ahí.

-llegaste muy temprano- dijo Rubik, su único amigo pues no quiso matarlo además los 2 no interactuaban demasiado con el mundo que los rodeaba. Entrenaban juntos y se la pasaban bien era un pequeño lujo de la vida.

-digamos que hay demasiada paz en el mundo. No creo que nadie se atreva a romper las reglas- dijo con una pequeña risa -¿entrenamos un rato?-

Los 2 agarraron una espada de madera y salieron a un pequeño espacio que construyeron en donde solían practicar su PvP y su tiró con arco.

Aunque claro. Las mayoría de veces Rich perdía. Pues aún era un poco inexperto en su técnica de combate con pero cuando ganaba lo hacía en grande. Los 2 se divertían mucho y platicaban de muchas cosas entretenidas incluso Rubik planeaba ir al otro mundo para ver qué misterios ocultaba este.

Y así comienza esta nueva aventura.

¿Estas listo?