Capítulo 6: Un Camino de Nuevos Aires

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Hay momentos donde no sabes como iniciar una charla, con tantas cosas que sucedieron tan rápido me quedé sin palabras. Lloyd sabía sacar sus pensamientos, siempre era bueno tratando de expresar sus molestías cuando ocurría un problema que nos afectaba a todos. Si tenía un problema él, se lo guardaría y no dejaría que nadie se entrometiera, aunque los demás podríamos ayudarlo o hablar sobre el asunto. Supongo que todos tienen sus formas de enfrentarse a los desafíos y no somos tan distintos en ese asunto de ocultar los problemas.

Aún así, lo sucedido antes deberíamos hablarlo en algún momento entre todo el asunto de mi "desaparición", el hombre de verde y presentarle nuestro hogar a la señora Misako. Los niños parecían tener muchas preguntas al estar volteando hacía mí, pero no me decían nada directamente daba igual cuántas veces les pregunté si todo estaba bien allá atrás. Aunque yo tampoco sabría qué decirles para calmarlos, por lo pronto lo mejor era llegar al túnel y descansar.

Debíamos hacer varios preparativos antes de partir, empacar todas nuestras cosas personales, discutir que íbamos a hacer si no funcionaba nuestra mudanza o algunas dudas que puedan tener los demás niños con este gran cambio de interactuar en una casa con más gente alta. Esperaba haber tomado la mejor decisión, ya que seríamos beneficiados de seguir aprendiendo e interactuar con más gente que busca protegernos de aquellos humanos malos. Traía muchos pensamientos en mi cabeza, eran tantos que pasaba de una idea a otra fugazmente como si se trataran de estrellas en el cielo, brillando de una a otra y no podía concentrarme en el camino, el viento trataba de apagarlos con su brisa para distraerme y reconfortarme, pero no funcionó.

Esta vez el viento estaba preocupado por mí, lograba sentirlo a mi alrededor y no sabía cómo responderle y eso me hacía sentir mal. Aparte, la mirada que me dirigía Lloyd tampoco ayudaba mucho en todo esto, me estaba ayudando a jalar la carreta y probablemente sintió el revoltijo del viento al estar cerca mío.

—Podemos hablar, ¿sabes? —Lloyd me miró, luego volteó hacía atrás para ver a los niños antes de seguir mirando el camino—, ellos parecen más concentrados en ver si la almohada tiene forma de dinosaurio.

¿Qué era un dinosaurio? No teníamos ni idea, porque todos los dibujos que hicimos con la idea que nos dio la Maestra Misako parecían un caballo gordo o una jirafa verde. Era nuestra segunda semana cuando ella nos contó sobre su visita a la ciudad donde pudo ver una película sobre dinosaurios. Dijo que era como ver a las personas atrapadas en un espejo en una gran sala oscura. Parecía algo salido de un cuento de hadas, donde las imágenes se mueven como si estuvieran vivas. La maestra dijo que los dinosaurios eran enormes, como edificios, y que algunos tenían dientes como espadas. Parecía que estaba hablando de monstruos, pero ella estaba emocionada, como si hubiera visto algo increíble. Parecía que los dinosaurios eran criaturas de otro mundo, y nosotros estábamos ansiosos por saber más sobre ellos.

—No sé de qué hablas —fingir ignorancia no me servía mucho, yo lo sabía, pero me dejaba en paz un momento o seguiría insistiendo.

—El viento parece preocupado por tí —en serio quería hablar conmigo—, capaz tira un árbol con su fuerza. ¿Dónde quedó la determinación de antes?

En la basura no respondí, pero lo pensé. Antes, el miedo a ser atrapados de nuevo me mantenía fuerte, y el viento respondía a eso. Ahora que todo estaba tranquilo, me sentía cansado, como si mi fuerza se hubiera gastado en algo y tuviera mucho sueño, más del que tuve en nuestro primer viaje. Aquello era muy raro para mí, esa ¿fatiga? Parecía que Jay o Lloyd se sentían así cuando usaban sus habilidades, pero para mí era algo nuevo.

—El miedo creo, no sé cómo decirlo o por dónde empezar —le dije cansado, el viento se había relajado—. —Voy a tomar un descanso, ¿Cole, puedes cambiar? —alcé mi voz cuando le pregunté, parecía confundido ante mi pedido, pero aceptó.

Experimento No.161Donde viven las historias. Descúbrelo ahora