Única parte

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PUNTO DE VISTA DE JOAQUIN 

Estaba recostado en mi habitación ya habían terminado las grabaciones y no se me ocurría nada interesante que hacer ni tenia ganas de salir, solo quería quedarme acostado sin hacer nada por el resto del día.

Escuché a alguien golpeando suavemente la puerta de la habitación y me agité un poco, mi mamá y hermana se habían ido a un pequeño viaje tour a una ciudad cercana de vacaciones y volverían en unos días así que lo primero que cruzó por mi cabeza fue que se habían metido a la casa a robar pero rápidamente mis malos pensamientos se dispararon al escuchar una voz conocida.

-¿Joaco, puedo pasar?- era Emilio, me había asustado por nada, olvidé que vendría hoy a acompañarme, nunca me a gustado quedarme solo y en él podía confiar así que siempre venía a acompañarme o subirme el ánimo en malos momentos y obviamente también me ayudaba a ensayar para las escenas.

J:Pasa- estaba acostado boca abajo mirando mi celular así que no lo vi entrar pero oí bolsas de plástico, me volteé y me lo encontré embobado mirando en mi dirección, lo noté un poco raro así que pasé la mano por mi cara y vi caer una pequeña boleta que estaba pegada en mi mejilla, reí y deseché el papel -¡por que no me avisas!- le grité y sonreí, el también lo hizo.

E-Te traje los libretos para que los revises- alzó los libretos para que los viera y puse una cara triste, ya se me habían quitado las ganas de trabajar y había hecho planes para mi día pero igualmente tenía que practicar, no me gustaba equivocarme en las escenas.

Él puso los libretos sobre la cama y los vi todos muy gruesos y al parecer solo eran los libretos de 2 escenas, creí que estaba bromeando conmigo pero él no los habría traído sino fuera realmente "importante"

J-¿Y que hago con ésto además de revisarlos?- le mire incrédulo esperando su respuesta

E-Pues mi padre necesita que nos lo aprendamos lo mas que podamos para que no tuviéramos tantos errores al momento de grabar- puso una cara extraña, como de niño regañado y acepté con pocos ánimos, me levanté de la cama, tomé los libretos y nos instalamos en un lugar mas como para poder ensayar, Emi preparo un par de tazas de café mientras yo terminaba de acomodar el lugar, después de 5 minutos ya estaba todo listo para comenzar, tenía mi café a medio terminar en una esquina de la mesa y Emilio se había puesto frente a mi para por fin comenzar a memorizar los textos

-Es que Temo no, yo no puedo corresponderte, yo no soy gay- pasaban los minutos mientras bajaba el café de mi taza y la de Emilio, los ensayos siguieron sin mayores complicaciones y después de casi 3 horas decidimos tomar un descanso y me fui de nuevo a la habitación a recostarme, me dolía la cabeza de tratar de memorizar y la espalda por tanto tiempo estar mal sentado. Escuché pasos venir hacia la cama, había dejado la puerta abierta y no pensaba levantarme a cerrarla así que le grité a Emilio que la cerrara.

E-Ok- la puerta se cerró suavemente y los pasos se hicieron mas cercanos, se hundió un poco la cama debido al peso de mi amigo sentado en la esquina- ¿Que te pasa? estás raro..- no estaba raro,solo cansado, aunque no lo parezca, estudiar los diálogos cansa bastante

J-Solo me duele un poco la espalda- le respondí en tono bajo mientras avisaba por redes que habíamos acabado de leer los nuevos guiones. sentí su mano posarse sobre mis hombros por sobre mi camiseta presionando ligeramente -eso se siente bien- acallé un gemido cuando sus dedos suaves y cálidos rozaron mi cuello, fruncí el ceño y tensé los labios pero eso no impidió que se escucharan sonidos inusuales que venían desde mi garganta.

E-quítate la camiseta- no lo pensé e hice caso inmediatamente, dejé la prenda negra a un costado y baje los brazos reposandolos en los costados, cerré mis ojos mientras esperaba por mi masaje, sentí algo frío recorrer toda mi espalda, luego el peso de mi amigo sentado en la parte baja de mi espalda, no pesaba demasiado pero algo me hacia sentir un poco incomodo, esparció la sustancia por toad mi espalda, olía bien, parecía crema o aceite. con el tiempo y el calor tanto de sus manos como de mi cuerpo, fue haciéndose mas cálido y él aumentó la presión que ejercía sobre mis músculos, no era doloroso pero ya me estaba costando contener los suspiros y gemidos que me sacaba.   

Detrás de cámaras ( emiliaco )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora