Percy Jackson y el misterio de Caos.

Llegada Pt. 2

Tras lograr que Zeus se callara y nos dejara irnos, nos despedimos de nuestros padres, y decidimos ir a nuestras casas a hacer las maletas para ir al campamento mestizo y posteriormente al campamento de Caos.

Lucía nos dijo que estaríamos unos dos o tres días, en los que un un chico vendría para explicarnos detalladamente lo que significa ir y permanecer en el caos. También aprenderíamos sus normas, costumbres e incluso si éramos lo suficientemente fuertes, seriamos campeones de algún primordial según lo que Lucía, la chica que apareció en el Olimpo nos contó.

Ya llegando al campamento mestizo pude ver a Thalia despedirse de las cazadoras, por lo que junto a Annabeth nos acercamos a saludarla.

-Hola Thalia-dijo Annabeth.

-Adiós-dijo Thalia a las cazadoras, ellas se fueron y nos miró- hola chicos, ¿qué tal?-

-Supongo que bien, dentro de lo que está misión significa.- dije yo un poco harto de ser una marioneta del destino, porque ya ni los dioses, ni los titanes parecen suficientes. - ¿y tú?

-Bueno... Digamos, que aguanto, jajajajaja- su risa fue contagiosa y al final Annabeth y yo terminamos riéndonos también.

-Vayamos dentro-dijo Annabeth cuando paro de reirse-

-¡¡Vamos!!-gritamos Thalia y yo a la vez

Al entrar al campamento fuimos cada uno a nuestras cabañas a dejar el equipaje y decidí dar una vuelta, ver a los nuevos campistas y tal vez si podía practicaría con la espada.

Mas no logre llegar muy lejos, pues un chico de cabello rubio, largo y casi igual de alto que yo, salió de lo que hoy reconocí como un infinito, símbolo de Caos.

El chico llevaba una chaqueta de cuero negra, con una chaqueta vaquera azul sin mangas encima, una cantidad enorme de trenzas esparcidas a lo largo de su pelo, y tenía una cicatriz muy interesante en el cuello, parecía hecha por fuego, era una especie de quemadura, pero no se veía normal, era tan rara, como si estuviese cosida a la piel natural y fuera una piel putrefacta de un color carmín.

-Hola, ¿quién eres...?- pregunté con una gran curiosidad por esa marca.

-Hola, me llamo Ciel, campeón de Nyx, primordial de la oscuridad... - le corte con un gesto de la mano, recordando nuestro cálido encuentro en el tártaro.- Vaya... ¿La conoces no?- rió un poco y me ofreció la mano.

Nos dimos un apretón de manos y a su lado apareció otro de esos infinitos transportadores ;voy a llamarlos así porque no sé realmente qué son; y apareció la chica de ayer, Lucía, esta vez no llevaba ropa negra ni cubre-bocas ni nada parecido, tenia la apariencia de una diosa, como si no fuese mortal, pero logre apreciar otra cicatriz, exactamente igual a la de Ciel, pero no en el cuello si no en el brazo, el cual llevaba al descubierto pues solo vestía una camisa de mangas cortas blanca con un infinito triple en el corazón.

-Oh, hola, tu eras Percy Jackson, supongo que me conoces y por ese apretón de manos también conoces a Ciel. Bueno... - Ciel la miró mal, con una de esas miradas de pórtate bien o rompo la cosa más preciada que tengas. - Oh venga no me mires así...

-Deja de ser una sabelotodo, y ayúdame con esto. - el tono de reproche de Ciel, hizo que me sintiese mal por ello pero, ella se reía en demasía de él.

-Vaya... ¿No fue ayer cuando un rubio iba por todo el palacio oscuro diciendo ~no importa yo soy mejor y puedo enseñarles todo sin la ayuda de la estúpida de Lucía~? - comentó ella riéndose de la cara que este chico puso.

-Bueno... ¿No deberíais ir al campamento a darnos esas clases?-dije un poco trastornado por como estos chicos se comportaban.

-Cierto, vamos niña bonita-dijo el chico

-Vamos trencitas- le contestó ella.

Pensé que eran un poco raros, pero no me importó tanto. Fuimos hasta una zona que los hijos de Apolo y Hefesto habían habilitado para parecer una cárcel, digo cofcof un aula de colegio.

Annabeth tenía una cara curiosa, sonreía, se veía feliz, pero estaba nerviosa se notaba y además no dejaba de mover la pierna. Piper y Jason estaban felices y tranquilos ignorando el mundo entre abrazos, Hazel estaba bastante cómoda en un abrazo con un oso panda gigante, quien supongo que era Frank.

Por otro lado estaban Nico y Will, peleaban entre ellos, no era nada serio pero realmente era divertido verles, Thalia trataba de hablar con Annabeth sin muchos resultados, Leo estaba jugando con unos tornillos en sus manos y a mi espalda iban estos caóticos chicos - jaja nunca mejor dicho- gastándose bromas que realmente no entendía, porque eran en otro idioma.

-Vaya se ven todos a gusto son realmente interesantes, jaja- comentaba la chica.

-No me lo creo, ¿habláis español?, es impresionante- escuché la voz de Leo.

-Sí, hablamos español, es raro que tu también, ¿aprendiste en el colegio, o tienes familia hispanohablante? - Dijo el chico.

-Mi familia era de descendencia latina- dijo al fin en inglés Leo.

Oh, no estoy seguro de haber escuchado hablar demasiado de la familia de Leo.

-Increíble, bueno me presento de nuevo soy Lucía y vengo a daros unas pequeñas clases de información para ir al castillo de Caos, y os aseguro que os hacen mucha falta, si no lo pasareis realmente mal. Y no por mi culpa especialmente.-

-Y yo soy Ciel, campeón de Nyx, mejor amigo de Lucía y aunque ella no desee aceptar lo ella aprendió de mí.- todos comenzamos a reír.

-Eso es mentira y lo sabes, solo porque seas un año mayor que yo, eso no te da derecho de creerte mejor. - se empezaba a poner roja y eso me dio miedo.

-Vale todos escuchar, en el castillo de Caos, hay un horario de 6.A.M a 2.P.M y de 5.P.M a 8.P.M que debéis cumplir, tenéis prohibido saltaros entrenamientos a excepción de cualquier tipo de lesión real sufrida, recibiréis entrenamientos mentales de mi parte en el horario de la mañana y entrenamientos físicos por la tarde turnados según vuestra habilidad, la habilidad mágica y el entrenamiento de espada son dados por ella. - señaló a Lucía.

-Puede que os encontréis con pequeñas visiones del pasado de personas que estén en el castillo, por lo que a excepción de las salidas a la sala de entrenamiento y la sala de juegos de 9 a 10 de la noche y para ir al servicio, tenéis prohibido merodear por los pasillos. - dijo muy seriamente la chica.

Así fue la forma de decirnos indirectamente que uno: podríamos ver por accidente su pasado y dos: teníamos prohibido movernos de nuestras habitaciones. Esto me puso los pelos de punta, son raros pero interesantes, ocultan fervientemente algo de su pasado que no quieren que conozcamos, eso a su vez me intriga mucho más, quiero conocerlos más.

1145 palabras no sé que os parecerá si queréis que continúe lo haré. Gracias por leer.