Los Minotauros y Tariki

"Si yo fuese..."

Hola, soy Tariki, voy a hablaros de los Minotauros.

Para empezar el poblado de los minotauros esta en la isla Kronhjos, una isla ardiente cuyas llanuras están a la sombra de cinco volcanes, es la más grande, pero al estar cubierta de una incesante niebla, muchos desconocen su paradero.
Los Minotauros son grandes, salvajes, fuertes, y también muy lerdos, cortos de mira vaya. Y si también hay Minotauros Féminas, pero ellas aún son más rudas, por decirlo de alguna manera, ellas siguen pensando que si salen del poblado morirán por un virus letal. Cosas de religiones, por eso no se ven Minotauros féminas.

¿Que como se tanto de Minotauros?
Pues porque soy una de ellos. Siempre he tenido ganas de explorar, leer libros e estudiarlos, y eso aquí me hace ser una apestada, soy el bicho raro vaya, me encantaría marcharme de aquí, pero mi bondad me lo impide, tengo a mi abuelo enfermo y debo de cuidar de ese mandril por muchas barbaridades que suelte.

¿Que como sobrevivo aquí?
Bueno ser una Minotauro físicamente tiene sus ventajas, y este pelaje tan abrigado me permite salir a explorar y saciar mis ganas de conocimiento.
Así fue como lo conocí a él. A Shanzan, el es un fauno invernal, una criatura mucho más pequeña que los minotauros. Mira os enseñare uno de mis dibujos

Este es él, le encanta bailar. Dibujo y anotó todo lo que veo en mis cuadernos.

Esta soy yo, no penséis que soy así, ni tampoco penséis que soy Maga. Simplemente una siente curiosidad, y Shanzan no para de hablarme de magos que hacen cosas increíbles.

*

—¡Buenas noches abuelo!—dijo Tariki con dulzura.

—Como voy a ser tu abuelo, una minotauro de verdad estaría cuidando a sus hijos y no perdiendo el tiempo con libros— grito él  sin parar de toser, mientras Tariki iba a su lecho.

Al salir el sol, una mañana más se abre ante mi, ya  puedo explorar y mis amigos me esperan. Me dirijo al lugar de queda, donde sólo me encuentro a Shanzan.

—¿Donde están los demás?—preguntó Tariki asombrada.

—No lo sé pero de camino vi cazadores de criaturas fantásticas— preocupado —deberías volver, a los Minotauros os tienen manía.

No le hice caso obviamente, acabemos buscando a nuestros amigos juntos, allí estaban Chantal la Cierva y Borrower el Duende, muertos, detrás un cazador que apuntaba a Shanzan.

Mi corazón latía,  lo amo, no puedo dejar que lo maten, a él no, y de mis manos salen nubes azules que rodean el cazador y lo fulminan, no sin antes dispararme y hacer que yo caiga.

*

Me despierta mi propio grito, ha sido todo un mal sueño, pero observó que mis manos están cubiertas de un hollín azulado, miro a mi alrededor, no se donde estoy, oigo una voz conocida.

—¡Tariki! ¡estas bien! ¡Tariki!

Lo último que alcance a ver antes de desmayarme es la anotación de mi autorretrato " Si yo fuese..."

LOS MINOTAUROS Y TARIKI