CAPÍTULO 2

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Estaba en Clase, copiando los apuntes de la pizarra que la profesora estaba escribiendo, por que el próximo viernes teniamos examen.

Estaba sumergida tanto en la explicación y copiando que no me había dado cuenta que habían tocado a la puerta.

Levanto la cabeza y veo al hombre  pelirrojo del otro día, que casualidad pensé hasta que dijo mi nombre.

- señorita Fray puede salir-me dijo con cara seria

Salí cerró la puerta detrás de mí.

- Soy Horatio, Horatio Caine, esto es muy difícil de explicar, yo era amiga de tu madre.

- Cómo que era?,le ha pasado algo a mi madre.-dije un poco asustada.

-Veras pequeña tu madre.....tu madre a fallecido.

Todo me empezó a dar vueltas, me apolle en la puerta, fui deslizando me hacía abajo hasta que quede sentada, puse las manos sobre mi cabeza, inconscientemente me salieron las lagrimas, lloraba en silencio, de repente dije

- ha sido el hijo de puta de mi padre.

-no lo sabemos unos buenos agentes míos estas inspeccionando la escena del crimen esta en Buenas manos, si ha sido tu padre lo sabremos pequeña-dijo agachandose y poniendo su mano en mi brazo.

-No me toques -dije  gritándole y apartandolo de mi de un empujón, todos en este momento me dan asco.

No quiero la compasión de nadie, salí de allí corriendo necesitaba estar sola reflexionar sobre lo que me estaba pasado, acabo de perder a madre y aunque no haya pruebas se que a sido el carbón de mi padre, que en estos momentos desearía que estuviera muerto, por que mi madre.

Iba pensando todo esto llorando hasta que llego a la puerta del instituto choco con alguien

X X - eey tranquila, estas bien?

-sueltame -dije sin más y salí corriendo hacia la calle, estaba lloviendo.

Al salir el agua fresca me golpeaba en la cara, eso me hacía pensar con claridad. Había un banco cerca del instituto y me senté, subo los pies al banco y undi la cabeza entre mis rodillas y las abracé,  comencé a llorar y llorar, necesitaba desahogarme.

No se cuanto tiempo estuve allí, pero para mi e es como si el tiempo se hubiera congelado hasta que sentí una mano en mi hombro.

-vamos pequeña tienes que acompañarme a comisaría. -seguí hasta el coche al que se hacía llamar Horatio.-mi compañero te llevará a comisaría nos veremos allí.

-estoy mojada voy a mojar el coche

- eso no pasa nada pequeña nos vemos allí.

Me subí al coche, iba con la cabeza gacha el compañero de horatio no hacia más que  mirame  por el retrovisor.

- que miras-le dije medio chillando muy enfadada el solo resoplo y seguimos el viaje en silencio




TODO CAMBIA EN MIAMI (RYAN WOLFE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora