Capítulo 8

365 18 41
                                    

     El alba comenzó a acariciar con gran delicadeza los árboles de mango y apamates adyacentes a la posada del señor Lourdes, los cristofuè canturreaban su distintiva acusación en la distancia, los rayos del sol entraron por la ventana de la habitación de Tintin; las pequeñas y juguetonas estelas de luz comenzaron a despertar a cierto amigo peludo de cuatro patas, se nota que aun quería seguir navegando en el mar de los sueños, ya que intentaba cubrir sus ojos con sus patas delanteras pero los pequeños rayos del astro rey tenían otras intenciones; ya era hora de levantarse y como fiel animal de compañía se dió la tarea de despertar a los demás, comenzando por el pelirrojo, no perdió tiempo y se dispuso a jalar sus sabanas a ver si podría lograr despertarlo sin molestarlo.

     No obstante Milu no contaba con que el joven periodista se encontraba mucho más allá de las costas de ese mar donde van los soñadores fugaces, el can decide pasar de él por ahora para ir a la cama del capitán, pero esta vez, siendo un poco más... efectivo en sus métodos para despertarlo.

-¡¡SANTA TERESA BENDITA!! ¡¡NOS HUNDIMOS SEÑOR TINTIN!! ¡¡A LOS BOTES SALVAVIDAS!!- gritó el capitán Haddock a todo pulmón mientras se levantaba bastante alerta de su cama, con el rostro empapado de agua. Milu había conseguido su cometido y para lograrlo solo tuvo que volcar un vaso lleno de agua que estaba en la mesa de noche, directo al rostro del lobo de mar; ahora solo quedaba sentarse, mover la cola y disfrutar el espectaculo orgulloso de si mismo.

      Los ojos del joven soñador se abrieron de golpe, alarmado por los gritos y la conmoción del capitán, la cual no duró mucho al darse cuenta de que estaban en tierra firme; ahora había un Tintin algo frustrado pero entretenido mirando al capitán rezarle a una deidad etílica.

-La fe si hace milagros, ¿no lo cree así, capitán?- dijo el pelirrojo dejando salir una risa desde lo más profundo de su ser, nunca pensó que vería al capitán exaltando a una deidad con tanta devoción como lo hizo con Santa Teresa. 

-... ¡¡Fue ese pequeño y peludo escurridizo..!!- El capitán Haddock se veía ahora resentido con nuestro amigo de cuatro patas, el cual aún se veía bastante orgulloso y sin pena alguna de conseguir lo que quería, por otro lado Tintin solo los miraba cuan espectador entretenido mientras buscaba todo lo que había arreglado la noche anterior. La discusión unilateral del capitán al canino no duró  mucho tiempo tampoco al ver lo apurado y atareado que se veía el pelirrojo en prepararse luego de salir bañado (quizá hasta perfumado) del  baño. Ambos Milu y el capitán Haddock se quedaron mirando a Tintin, que rápido cambian las circunstancias, ahora son ellos los espectadores entretenidos.

- Llámame loco, joven amigo, pero algo me dice que no solo irá a buscar más evidencias del paradero del Colibrí Esmeralda... ¿No es así?- una ceja alzada y una mirada picara fueron directamente sobre el reportero, Milu al sentir el perfume de Tintin no pudo evitar saltarle encima para olfatearlo y ladrar de forma divertida, se notaba que el pelirrojo no usaba ese tipo de colonia tan a menudo. 

- Pues si ire... debo hacerle algunas preguntas al señor Lourdes y no voy a dejar pasar la oportunidad de usar la gran biblioteca de la Quinta de la familia de Ca.. de los señores Casares... después de todo la señora Maria de Los Ángeles dijo que podría preguntarle cualquier cosa...- dijo Tintin intentando zafarse de forma elocuente y para nada misteriosa de las preguntas y las miradas picaras del capitán. 

-... y ¿Esta completamente seguro de que no irá a ver a su hermosa sirena enmudecida?- el capitán se veía muy pícaro y se notaba que disfrutaba hacerle este tipo de preguntas al pelirrojo, de la misma manera en que disfrutaba ponerlo nervioso y hacer que su rostro se vuelva casi del mismo color de su cabello. -... Ahora que lo dice capitán... en realidad, si quisiera verla y agradecerle por la lucidez que me prestó para encontrar la siguiente pista... anoche no pude dejar de pensar en ella y eso me trajo a este nuevo descubrimiento... no puedo sacarmela de la cabeza... ¿que se supone que deba hacer?.. ¿Como puedo agradecerle?..- Tintin se sentía derrotado, pero contento si tenía que verse derrotado por esa chica de cabellos marrones, sus mejillas estaban rojas mientras terminaba de acomodarse su sweater, debía verse bien para ella.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 10, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Misión: Colibrí Esmeralda (Tintin X OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora