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1 de febrero de 2009

23:45 p.m

Narrador omnisciente:

Era de noche en Malfoy Manor, Lucius estaba en la puerta de su mansión esperando al que era su mejor amigo en ese entonces, ya que, entre él  y su esposa habían decidido invitarlo a cenar como cuando estaban en Hogwarts. Lucius miró su reloj impaciente, puesto que Severus, se estaba retrasando más de lo habitual."Este chico tan impuntual como siempre." Pensó un poco estresado al ver que no llegaba, de repente sintió como alguien le cogía del hombro y de un sobresalto cogió su varita mientras se giraba, apuntando así a su "agresor" solo para darse cuenta que era su amigo.
Cuando lo vio frunció el ceño un poco molesto y le dio un puñetazo en el brazo.

-¿Qué demonios te pasa, greñudo?- Le preguntó molesto.

-¿Qué te pasa a ti, rubia oxigenada?- Se soba el brazo mirándolo confundido.

-¡Soy rubio natural!-

-¡Y yo me lavo el pelo todos los días!-Le grita el peli negro defendiéndose.

-Ajá , y yo tengo el pelo color rosa chicle...- Le mira divertido.

-Pero digo la verdad...- Finge tristeza en su tono.

-Lo que digas... Bueno, ahora explícame como has aparecido detrás mía sin yo verte.- Pregunta confundido.

-Magia.- Se encoge de hombros como si fuera lo más obvio del mundo.

-Ya... ¿Y cuánto tiempo llevabas ahí?-

-5 minutos.-

-¿Y por qué diablos no me avisaste?- Bufó molesto.

-Pues... No sé, simplemente se te veía relajado observando el paisaje.- Se encoge de hombros.

-No estaba observando el paisaje, grandísimo imbecil.-

-Entonces... ¿Qué hacías?- Pregunta con curiosidad. -Y no hacía falta que me insultases.-

-Te estaba esperando y lo siento simplemente me sale solo.-

-Es igual, de todas formas no me importa.- Le resta importancia. - Y... ¿Estás bien?-

-Pues sí, ¿por qué no iba a estarlo?- Enarca una ceja.

-No es usual que tú esperes a las personas y, para ser sinceros, tampoco te disculpas con nadie.-

-Pero tú eres diferente.- Pone los ojos en blanco.

-¿Por?- Pregunta confundido.

-A ver a ver... ¿Esto qué es, un interrogatorio?- Dice con un ligero enfado en su tono de voz. -Pues simplemente el echo de ser mi mejor amigo te da el privilegio de ser diferente a los demás y aparte eres el padrino de mi hijo, ¿No te parece eso suficiente?-

-Oh... En verdad me has dejado en blanco...- Desvía la mirada con un ligero rubor en sus mejillas.

-¿Por?- Ríe de manera leve.

-No lo sé, simplemente es... ¿Extraño?- Ríe nervioso. -No me lo esperaba supongo.-

-Ay Severus... A pesar de ser maestro de pociones puedes ser muy idiota cuando te lo propones.- Suspira. -¿Qué voy a hacer contigo?- Le sonríe.

-Bueno... Supongo que tienes razón. -Se acerca a él y le abraza. -La verdad te eché de menos oxigenada..-

-Y yo a ti maldito greñudo..-Le corresponde el abrazo.

-¿Algún día vas a dejar de llamarme así?- Se separa de él y lo mira divertido.

-La respuesta es fácil porque será el día en que tú dejes de llamarme rubia oxigenada.- Le da un golpe en el hombro pero esta vez no tan fuerte.

Cena de amigos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora