4

4.8K 467 18
                                    

—Estoy hambrienta, ¿Puedes darme algo para comer? —Dije al escuchar mi estómago sonar

—No, en este momento no, si no mal recuerdas, te castigue, te portas mal, no hay comida —Dijo mientras me miraba a los ojos

—Pero tengo hambre —Dije desesperada, pero él solo negaba, me miró a los ojos por última vez y se dirigió a la puerta para salir

[>>>]

Han pasado horas, tengo hambre, quiero volver a casa, quiero a mi mamá y papá

¿En donde estaré?

Tengo que escaparme ya, debo irme, no pienso quedarme aquí, pero el problema es ¿Cómo me quito las esposas?

Tal vez si logro quitarmelas, pueda huir, patearlo dónde más le duele y derribarlo, salir corriendo y pedir ayuda

Mire mis manos

Trate de comenzar a sacar mi mano de la esposa, pero no podía, me dolía demasiado

Vamos, ahora más que nunca debo aguantar

Me acerque a la almohada y la tomé entre mis dientes, tomé aire y comencé a jalar

El dolor era tan intenso, tenía que forzar mi mano a salir, lentamente sentí como mis huesos eran aplastados, el dolor era demasiado

Mordía con más fuerza mi almohada, debía sacar mi mano, de hacerlo ya, pero dolía demasiado, las lágrimas comenzaron a hacerse presentes en mi rostro, comencé a llorar del dolor

Miraba mi mano deformarse, pero no salía

—Vamos, vamos —Dije armandome de valor, sin más, de un solo jalón la sacaría, volví a tomar la almohada en mi boca y comencé a prepararme mentalmente

1...2..¡3!

Jale mi mano hacia mi con toda la fuerza que tenía, pero el dolor fue cruel, despiadado e intenso, sin poderlo evitar, deje salir un grito que trate de amortiguar en la almohada

Mis lágrimas caían y sentía mi mano explotar, sentía como mi mano ardía, dolía, quería arrancarla de mi, se sentía tan terrible

Escuché pasos por las escaleras, maldije, todavía me faltaba la otra mano, mire mi mano libre y está estaba morada y rojiza, mis dedos se miraban chuecos y el dolor no paraba ni un solo segundo

—Traje un poco de... ¡¿Que hiciste?! —Dijo Christopher al ver mi mano, rápidamente se acercó a mí reviso mi mano, solté un quejido en cuanto la tomo —¡¿Por qué hiciste semejante idiotez?! ¡Te quebraste la mano! —Dijo antes de salir corriendo, yo solo me quejaba del dolor, Christopher al salir, dejó la puerta abierta, era mi oportunidad, comencé a jalar mi mano con fuerza, pero no, no salía, escuché los pasos apresurados de Christopher, venía con un maletín y comenzó a sacar cosas —¡Te dije que no trataras de escapar! ¡Eres idiota! —Dijo él mientras tomaba mi mano con cuidado, ví como sacaba un jeringa y le añadía líquido

—No trate de escapar, quería moverme, mis brazos y mis hombros duelen, está posición me lastima ya —Dije mientas trataba de dejar de llorar, acercó la inyección a mi muñeca y la aplicó

—¡¿Me crees idiota?! ¡Se lo que tratabas de hacer! —Dijo Christopher y sentí temor, no quería que me golpeara

—Lo siento —Dije, de pronto, ya no sentía mi mano, no sentía dolor —Ya no siento mi mano, ¡No siento mi mano! —Dije asustada, comencé a removerme en la cama y él me tomo de los brazos para frenarme

—Tienes anestesia, para que ya no sientas dolor, calma —Dijo mirándome a los ojos, poco a poco me fui calmando, me coloco harías pomada y comenzó a masajear mi mano, parecía querer acomodar mis huesos que pudiera, después de pomadas, pastillas y vendarme la mano, mi dolor se calmo

—Sueltame, quítame las esposas, solo quiero moverme —Dije rogando, él negaba con su cabeza —Estare quieta, prometo no hacer nada, simplemente no quiero estar solo en la cama y en esta incómoda posición —Dije claramente mintiendo, no me iba a rendir, por supuesto que trataría de escapar, pero no ahora, debía idear algo más inteligente —Me pongo de rodillas si quiera —Dije mientras me ponía sobre mis talones en la cama, lo mire y traté de acercarme a él —Por favor, quítame las esposas, me portare bien, lo prometo —Menti

—No, te quedaras ahí, ¿Crees que te voy a consentir después de esto? —Dijo mirándome, me acerque lo más que pude, lo mire a los ojos

Debía usar las cosas a mi favor, acerque mi rostro al de él y comencé a rozar mis labios sobre su mejilla

—¿Si? Por favor —Dije acercando mis labios a los suyos, él estaba cayendo como yo quería, sin más, dejé unos cortos besos en su boca a los cuales él me correspondía, debía manipularlo a mi antojo

Atrapada||C.V. Y TÚ||TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora