>>Park JiMin<<
No tengo idea de lo que se dijo durante el viaje en auto a casa de Jeongguk. Estoy seguro de que hablamos. Estoy seguro de que vi el paisaje zumbando por la ventana. Estoy seguro de que aun respiraba oxígeno dentro y fuera de mis pulmones como una persona normal.
Es sólo que no recuerdo nada de esas cosas.Al segundo, tropezamos a su dormitorio, mis manos entrelazadas alrededor de su cuello y lo besaba. Olvida los pasos pequeños. Lo quiero tan mal para ir lento, y mis manos tientan por la hebilla de su cinturón antes de que su lengua incluso entrara en mi boca.
Su ronca risa cosquillea mis labios, y luego manos fuertes cubren las mías para detenerme de deshacer su cinturón.
— Por mucho que aprecio el entusiasmo, voy a tener que reducir la velocidad, Parkie.
— Pero no quiero ir lento —protesto.
— Testarudo.
— ¿Testarudo? ¿Qué eres, mi abuela?
— ¿Ella decía testarudo?
— Bueno, no —confieso—. Abue maldice como un marinero, en realidad. La Navidad pasada dejó caer una jodida bomba en la mesa, y mi padre casi se atragantó con el pavo.
Jeongguk suelta una carcajada.
— Creo que me agrada Abue.
— Ella es muy dulce.
— Uh-huh. Suena como eso —inclina su cabeza—. Ahora podemos dejar de hablar de tu abuela, ¿señor Asesino de Estados de Ánimo?
— Tú lo mataste primero —señalo.
— Naahh, sólo cambié el ritmo —sus ojos grises se vuelven líquido ardiente—. Ahora sube a la cama para que te pueda hacer venir.
Oh. Dios. Mío.
Me apresuro hacia la cama tan rápido que eso saca otra risa de los labios de Jeongguk, pero no me importa lo ansioso que me veo. Los nervios que sentí anoche no estan causando estragos en mi estómago hoy, porque todo mi cuerpo esta temblando de deseo. En el fondo de mi mente, no se me ocurrió que tal vez no volvería a suceder, al menos no por el toque de Jeongguk, pero, oh hombre, me muero por averiguarlo.
Se instala a mi lado y pone su mano en mi cabello mientras me besa. Nunca he estado con un chico que sea brusco conmigo. Chanyeol me trató como si pudiera romperme, pero Jeongguk no lo hace. No soy una frágil pieza de porcelana para él. Sólo soy... yo. Me encanta lo emocionado que me sostiene, la forma en que tira de mi cabello si mi cabeza no está exactamente donde él quiere que esté, o cómo se muerde el labio cuando trato de tomarle el pelo al privarlo de mi lengua.
Me incorporo sólo para que él pueda quitarme la playera. Al segundo que se quita su propia camiseta, presiono mis labios contra su pecho. No llegué a tocarlo ayer, y estoy hambriento por saber cómo se siente, a qué gusto sabe. Su carne es cálida bajo mis labios, y cuando mi lengua arremete tentativamente sobre su pezón, un gemido ronco escapa de sus labios.
Antes de que pueda parpadear, estoy sobre mi espalda y estamos besándonos de nuevo.Jeongguk juega con mi pezón entre sus dedos. Mis párpados se cierran y en este momento, no me importa si me esta mirando. Sólo me importa lo bien que me está haciendo sentir.
— Tú piel se siente como la seda —murmura.
— ¿Robaste esa línea en una tarjeta de Hallmark? —chasqueé.
— No, simplemente declaro un hecho —sus dedos rozan el fondo de mi trasero—. Eres suave, liso y perfecto —levanta la cabeza para darme una mirada irónica—. Mis callos probablemente estan molestándote, ¿eh?
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La Cita [KOOkMIN]
Fanfiction✏ La historia a continuación es una adaptación sólo para entretenimiento y sin fines de lucro ✏ La temática y los personajes no me pertenecen, los créditos son para su autor/@ original ✏ Contenido para adultos, leerlo bajo tu propia responsabilidad...