Vamos caminando hasta la casa Garber, pues solo esta a dos calles de mi casa y siento unos nervios de punta y odio esa sensación. No debería estar nervioso, o más que nervioso, ansioso, me pregunto si ______ querrá lanzarse a mi cuello y hacerme pedazos como la última vez lo intento, pero esa maldita enana poca cosa no pudo en ese entonces y menos ahora. Cuando llegamos tocamos el timbre y a los pocos segundos aparece Josh, el padre de _______ y abraza a mi madre.
- Pero que guapa estas, cuñada- le dice.
No es como si fueran cuñados de verdad, es solo que Emily y mi madre se conocen desde primaria y siempre se han tratado como hermanas, es la amistad más sincera y pura que conozco. Son de esas amigas que lo hacían todo juntas en su juventud y planeaban como sería al tener un marido, y que sus hijos, terminarán juntos algún día. Bueno, por un tiempo se les cumplió el deseo a las dos, la época en la yo estuve con su hija. Con solo recordarlo me dan nauseas, eso es pasado y no quiero recordarlo.
- Bieber- me saluda Josh, nos damos un apretón de mano, sé que Josh ya no me tiene tanto aprecio como antes por lo que paso con su hija, pero ¿Qué le vamos a hacer? No me importa - ¿Cómo estas?
- Muy bien hasta ayer- digo y miro a mi alrededor, esta casa no ha cambiado nada. Choco la mirada de desaprobación de mi madre y sonrió con fingida inocencia
Antes de que ella pudiese decirme algo, llega Emily pegando un gran grito al ver a mi madre, quien emocionada grita igual, me tapo los oídos para no escucharlas, ahora estarán al menos diez minutos hablando casi a gritos de la emoción y pienso si en realidad se escuchan.
- Pero mira que guapo estas- dice Emily acercándose a mi y dándome un gran abrazo el cual correspondo. A diferencia de Josh ella ha mantenido su cariño hacia mí- todavía recuerdo cuando te llevaba en brazos, y ahora me tendrías que llevar tú a mi- dice y ríe junto a mi madre
- Cuando quieras- bromeo con ella
- Ay, pero no se queden ahí parados. Vamos a sentarnos, el pollo esta en el horno, en unos 15 minutos estará.
- Cuéntame todo, ¿Qué tal por aquí? Ya te extrañaba seis meses sin verte- le dice mi madre mientras nos sentamos y veo a Josh salir de casa sin despedirse si quiera
- Lo se, yo también. Mejor cuéntame tú, ¿Cómo es que tu jovencito anda enseñando el dedo por la televisión?- yo ruedo los ojos
- Lo se, por eso estamos aquí, no sabemos ni que hacer con él
- Dije que ese paparazzi se lo busco- digo entre dientes con pereza, no me apetece pelear
- Lo que digas- dice mi madre y mira Emily- ¿y donde esta ________? Tengo muchas ganas de ver a mi ahijada
- Oh… ____* no esta- dice con la voz un tanto apagada
- ¿Y donde esta? Pensé que estaría esta noche.
- Si, si, estará. Pero aún no ha llegado. Ha tenido que salir a unos… asuntos
- Cuanto misterio- digo y bufo- si no quieres decir que anda con su noviecito por mí, no me importa una ****, dilo.
- No, ________ no tiene novio- dice, yo la miro sorprendido, hasta hace seis meses que vine estaba con uno- lo dejaron hace un tiempo- dice encogiéndose de hombros
- Mejor, ese chico no me gustaba para ella- dice mi madre
- A mi tampoco. Resulto ser un patán- dice molesta Emily
- ¿Por qué? ¿Qué le hizo?- pregunto mostrando más interés del que hubiese querido
- Bueno, han pasado muchas cosas- dice y mira a mi madre con tristeza- ya se iran enterando. Mientras tanto, vámonos a la cocina a preparar la ensalada - le dice motivada a mi madre
- Justin, ¿vienes?- niego con la cabeza y acomodándome en el sofá cojo el mando y enciendo la tele.
Cambio y cambio y más cambio de canal. Incluso un video mío que he sacado hace poco me lo salto, dejo el canal en el béisbol pero no pongo atención, en realidad pienso en lo que ha dicho Emily. ¿El novio de ______ un patán? ¿Le habrá hecho algo? No se porque con tan solo pensarlo me hierve la sangre. ¿Qué cosas han pasado de las que “ya nos enteraremos“? ¿Por qué esa mirada tan triste? Maldita sea siento tanta curiosidad, estoy seguro que ahora lo estarán hablando en la cocina. Así que con sigilo me asomo a la puerta e intento escuchar, pero no tengo ni tres segundos allí cuando siento unos dedos darme tres toques en el hombro, me doy la vuelta sobresaltado. Y me encuentro con ella. Con la mirada interrogativa de _________.
