Música alta, alcohol y muchas personas es lo que nos encontramos. Subimos a la zona VIP para poder estar más tranquilos. Llevo un vestido corto y ajustado color vino, mi cabello se encuentra alisado y mi maquillaje es suave aunque mis labios resaltan con un rojo intenso. Matt se unió a nosotros y en este momento se encuentra con la mandíbula apretada mientras ve como un chico coquetea con Hann, le habla al oído y ella ríe de lo que sea que dice. Mi hermano está jodidamente celoso y es lo que se merece por cabron.
Lucca ha ido por unos tragos y mis amigos están buscando a sus ligues de esta noche,tarea que no les resultará muy difícil después de todo. Por mi parte estoy sentada en uno de los sofás en un privado, mirando el panorama y esperando mi trago, que no tarda en llegar. Lucca está super sexy esta noche y por supuesto acapara la atención de toda la población femenina del lugar, que lo recorren con la mirada sin disimulo mientras muerden sus labios o suspiran como idiotas enamoradas.
-Toma- me pasa el vaso con alcoholque había pedido.
Le sonrío en agradecimiento y comenzamos a hablar sobre temas triviales,me sorprende lo natural que se dan nuestras conversaciones, es como si nos entendieramos a la perfección, me sumerjo en nuestra charla hasta que me invita a baila, una excelente propuesta por cierto. Caminamos al centro de la pista y empezamos a movernos al ritmo de la música, sus manos se posan en mi cadera y ambos bailamos pegados, su respiración en mi oído me está volviendo loca. Me doy la vuelta quedando frente a él, poniendo mis manos en su cuello, moviéndome de una forma sexy, a lo que él me observa de pies a cabeza y muerde su labio. Coloco mis manos en su cuello y lo atraigo hacia mi, sus labios están tan cerca que su aliento choca con mis labios, me decido en hacer lo que deseo,voy a besarlo cuando es separado de mi rápidamente.
-¿Engañándome guapo?- Natalie nos deja ver una sonrisa burlona.
Lucca la miraba asombrado. Quiere disimularlo, puedo verlo sin embargo yo lo noto, en verdad le sorprende verla aquí.
-Nat, no sabía que estabas en el país - le da una leve sonrisa.
Y con eso sé que la que sobra soy yo, me doy la vuelta y vuelvo a la barra donde se encuentra Zack mirando un punto fijo en esta. Me acerco a él dándole una palmada en el hombro al llegar a su lado.
-¿Estás bien?- tomo un poco de su trago para pasar el sabor amargo en mi boca después de aquel encuentro.
-Si, no te preocupes - sonríe falsamente.
- Sé que no estás bien, sabes que no puedes mentirme- su mirada baja al trago en sus manos, jugando con él- Ven- tomo su mano y me encamino a la salida.
Una vez afuera nos sentamos en un banco que hay en el estacionamiento, mi amigo se ve desanimado y no me mira a los ojos, algo poco común en él.
-¿Qué pasa Zack?- con mi mano lo obliguo a mirarme tomándolo por el mentón con suavidad.
Sus ojos se ven tristes, aunque la mayoría de las veces su mirada es fría y dura, a mi me deja ver sus sentimientos. Soy una de los pocos afortunados a los que se los permite.
-Sólo creo que no he superado el pasado- desvía la mirada.
Zack al igual que cada uno de nosotros no ha tenido un pasado bueno, sus padres se divorciaron cuando su hermano menor murió en un accidente de tránsito en donde era mi amigo el conductor. Quedó demostrado que el otro coche tuvo la culpa de que el niño muriera, mi amigo tenía 14 años, esa noche tuvo que tomar al pequeño Charlie y salir con el coche por que sus padres estaban en una fiesta y su madre lo llamó para decirle que su padre estaba ebrio y había querido golpearla. La desesperación de mi amigo y la inquietud del pequeño los llevó al accidente, Charlie se había desabrochado el cinturon y quería pasarse al asiento del copiloto, Zack con uno de sus brazos trataba de hacer que tomara asiento para evitar un accidente. La lluvia, los nervios y la lucha con su hermano no le dieron tiempo de esquivar el coche que venía de frente. El impacto fue tan fuerte que Charlie salió disparado del coche, y falleció al instante. Zack se salvó por que llevaba el cinturón pero nunca se lo perdonó.
-Oye, eso no fue culpa tuya- sus ojos se llenan de lágrimas, que sé bien, no va a dejar salir- Fue un accidente - lo abrazo con fuerza.
Sé que me necesita.
-Si hubiera prestado atención, Charlie seguiría aquí- habla con voz quebrada.
Tenía 14 años, ni siquiera debería haber tomado un coche pero su madre le ordenó hacerlo. Zack aprendió a conducir desde pequeño, ya que su padre es un amante de los coches y le enseñó desde muy temprana edad.
Tomé su rostro con ambas manos para verlo a los ojos.
-Escuchame bien, no fue tu culpa. Eras un niño al que siempre lo llenaron de responsabilidades que no le correspondían, hiciste lo que pudiste, el culpable fue el otro imbécil que manejaba ebrio. Pero jamás creas que es tu culpa por que no es asi, eres un gran chic...- fui interrumpida por sus labios.
Si se preguntan que sucedió con Zack es que fue mi primer novio, me dio mi primer beso y fue mi primer gran amor. Éramos unos niños cuando me pidió que fuera su novia, teníamos 12 años. Nuestra relación duró mucho tiempo y fue tan hermoso e inocente que lo hizo perfecto. Luego de un tiempo ambos decidimos ser amigos y eso habíamos hecho hasta hoy. Sentí un amor muy bonito por Zack pero quedó en el pasado, lo amo, si, pero como amigo.
Tomo su rostro y lo separo de mi delicadamente, no abre sus ojos solo los cierra con más fuerza y se marcha dejándome confundida.
¿Qué diablos acaba de pasar?

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Contrarreloj [En Edición]
De TodoAlex es sinónimo de peligro. ¿Su vida? Una carrera contrarreloj contra la propia muerte. Ella es la reina y pondrá a sus pies a quien se lo proponga. Así tenga que poner el mundo a arder. Carreras contrarreloj con la vida. Victorias por montones. ¿P...