Park Jinyoung estaba loco.
Es una forma curiosa de describir a una persona, pero ciertamente es una de las pocas palabras que realmente pueden definirlo.
- ¿No cree que es demasiado, maestro? -Preguntó Christopher Chan, su aprendiz. O mejor dicho: su rata de laboratorio.
- Sé lo que hago, muchacho -Murmuró mientras dejaba caer la quinta gota de líquido verde en el tubo de ensayo. Había una enorme arruga en su frente debido a la excesiva concentración.
- Demasiada cantidad puede ser letal, maestro -Intentó advertirle.
- ¡Calla! -Le ordenó con enojo. Mientras lo hacía dos gotas más cayeron al tubo de ensayo.
Si Chan no hubiera obedecido, aquel proyecto clandestino no se habría concretado.
Si Chan no hubiera obedecido, eso no habría sucedido.
- Está listo -Susurró con fascinación luego de unos minutos.
El líquido olía mal, y ciertamente se veía mal, pero Jinyoung lo miraba como si fuese la cosa más hermosa del planeta.
... El planeta que dentro de pocos días se vería amenazado por su creación.
- Ven acá, muchacho -Lo llamó. Había llenado una jeringa con el líquido del tubo de ensayo, y parecía una cantidad tan pequeña de aquella solución que nadie común habría pensado que podía ser letal-. Vamos a despertar tu cerebro.
El aprendiz obedeció.
No le importó ser el primero. El maestro siempre le concedía esos honores, y él los aceptaba, pues era demasiado idiota.
Primero sintió un pinchazo en el brazo, y luego lo invadió la sensación de algo frío recorriendo sus venas. Su cabeza fue hacia atrás y puso los ojos en blanco, soltando un fuerte gruñido.
Al final hubo tanta normalidad que esto debió haberlos advertido de que algo muy malo estaba por suceder.
Chan estuvo recluido en el laboratorio clandestino de Jinyoung durante tres días. En este tiempo el loco realizó todas las pruebas necesarias para finalmente llegar a la conclusión de que su experimento no había funcionado.
El cerebro de Chan no había despertado. El cerebro de Chan seguía funcionando como el de una persona normal.
Park Jinyoung estaba loco y echó a su joven aprendiz porque se sentía enojado. No le importó que no tuviese hogar, ni dinero, ni ser su padre adoptivo.
Un mes después un virus letal apareció.
Un mes después Chan estaba muerto.
Este es el prólogo de una de las historias más hermosas y desgarradoras que he leído, realmente espero que se tomen el tiempo de leer, votar y comentar, pues me ayudaría muchísimo.
Cabe destacar que ESTA HISTORIA NO ES MÍA si no que es una adaptación, todos los créditos a la autora original, Lorena Miller AllysonDeVil, muchas gracias por esta preciosa historia.
Nuevamente yo, espero que les guste la versión resubida y mejorada, va a ser un largo viaje que espero disfruten, cualquier error que vean no duden en hacérmelo saber, se los agradecería mucho.
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Virus Letal (Michaeng adaptación)
Fiksi Penggemar"-Voy a morir -Acepté con tristeza- Ellas van a morir -Continué. Y jamás había sentido peor nudo en mi garganta que aquel cuando finalmente dije -Tú vas a morir" Esta historia no es mía, debo hacer la aclaración de que solamente la estoy ADAPTANDO...