4. Jihoon

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Seungcheol hace vigilia desde la sala de observación; pecho apretado, postura con atención instintiva mientras observa el cuerpo inconsciente del chico espacial  a través de un espejo bidireccional.

No pasa mucho tiempo antes de que los ojos del chico se abran, brillantes y amplios. Hay confusión en su expresión mientras su mirada recorre la habitación desconocida.

Inmediatamente se sienta en la cama biológica, con una manta de aluminio revoloteando desordenadamente en su regazo. Levanta las piernas y gira de lado sobre la mesa, con las piernas colgando del borde. Luego se desliza, con los pies descalzos casi sin hacer sonido en el suelo.

El bioescáner en la pared llama su atención primero, y hojea la configuración con una descuidada falta de atención antes de ser distraído inmediatamente por otra cosa. Los objetos más brillantes parecen atraerlo más; instrumentos de metal, frascos de vidrio de colores y paneles intermitentes— incluso la manta de aluminio que se ha deslizado al piso recibe un examen curioso y un 'Ooh' complacido.

Es como un pajarito alienígena; sus ojos trazan cada objeto, evaluando todo por su viabilidad para volver a trabajar en algo útil.

Seungcheol lo observa cuidadosamente, mientras hurga y da vueltas alrededor de la cabina médica, solo para asegurarse de que no se lastime durante su exploración.

Lo cual es una gran posibilidad, considerando la poca ropa protectora que usa en este momento.

Seungcheol no está seguro de si las tiras blancas que se cruzan sobre su torso representan ropa exterior o interior, pero apenas protegen 'su intimidad'.

Poco a poco, Seungcheol encuentra su mirada culpable, deslizándose por la ágil silueta del intruso.

No puede evitar el hecho de que está mirando, que parece que no puede dejar de mirar.

Hay tanta piel en exhibición, cada centímetro pálido y delgado, de una manera que parece demasiado desnudo. Saltos de vértebras, y las curvas afiladas de omóplato y costilla, más obvios cuando el chico se tuerce o se inclina. Las curvas de  partes del cuerpo menos peatonal también son visibles, debajo de las correas de la cintura y dejando a Seungcheol sin ninguna duda de que está mirando a un macho de la especie.

Entonces el chico se inclina para examinar algo en el suelo y ...

Jesús.

Seungcheol se siente culpable por lo mucho que está viendo. Desvía la mirada rápidamente, ignorando el interés traidor que le calienta el estómago.

Probablemente debería dejar de mirar como un imbécil y presentarse.

Eso sería algo educado que hacer.

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Si el chico espacial está  sorprendido por su regreso, no lo muestra. Se encuentra con los ojos de Seungcheol constantemente mientras las puertas se abren, deja cuidadosamente el instrumento que estaba estudiando y luego levanta una mano en el aire en la aproximación de un saludo.

Seungcheol cree que están a punto de tener un momento. Uno de esos momentos 'ET a casa, dedos brillantes' del cual escribiría en su autobiografia, titulada adecuadamente: Chico Espacial: Mi encuentro con extraterrestres semidesnudos que robaron mi Cola.

Excepto que el chico decide tirar todo eso por la ventana diciendo: "Que onda".

Seungcheol parpadea.

JiCheol  ☆ SingularityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora