No.6 (Nezumi x Shion)

Capitulo 4

"Nezumi se sorprendió mucho y no pudo evitar sonreír, esa sonrisa.... La extrañaba, la anhelaba tanto.... Ahora estaba conmigo y ya nunca más iba a abandonarme."

Pero esa confesión no iba a ser lo único que sucedería aquella noche....

-Te he extrañado tanto Shion....- dijo Nezumi mientras se acercaba al cuello del menor, dándole un suave y ligero bocado

-¿Que haces Nezumi?- tartamudeé mientras un leve rubor aparecía en mis mejillas. Nezumi me miró y con una sonrisa me susurró algo que no iba a lograr olvidar nunca.

"Solo estoy marcando lo que es mío"

Me cogió en brazos como si de una princesa se tratase y me llevo a la cama, cerrando la puerta corredera del balcón con el pie. Durante el recorrido hacia la cama, Nezumi no hacia mas que besarme, aunque esas no son las palabras adecuadas, mas bien devoraba mis labios y se apoderaba de mi cavidad bucal.

Shion....- susurraba Nezumi con esa voz tan seductora, me era imposible separarme de aquellos labios tan suaves y esponjosos.

N...Nezumi- susurré con una voz algo agitada y ahogada. Él solo me miraba y sonreía, como si fuera un cachorro.

Llegamos a la cama y él me tumbó en ella, seguidamente él se puso encima mío y me quito el jersey azul, acto seguido me desabrochó un par de botones y empezó a jugar con mi cuello: mordiéndolo, lamiéndolo e incluso besándolo. Mientras, yo lo único que podía hacer era agarrarme fuerte a su chaqueta y evitar jadear fuerte, ya que no estábamos solos en casa, mi madre dormía en una habitación que había al final del pasillo, lo que era peligroso hacer mucho ruido.

-Tienes una voz tan hermosa, me gustaría producirte más de esos ruidos que me han empezado a gustar....- dijo Nezumi mientras me miraba pícaramente.

-E...eso no es cierto- dije desviando la mirada algo avergonzado. Nezumi me tomó de la barbilla y me besó, de nuevo sentí que me derretía por dentro.

Sus besos son mi droga

Empezamos con una lucha de lenguas, peleando sobre quién dominaba a quién, pero yo era inexperto y acabó ganando.

Los minutos pasaban lentos y los segundos eran paralizantes, ambos estábamos ya en calzoncillos y ahí estaba yo: casi desnudo, con Nezumi encima mío, acariciando mi erección por encima de los calzoncillos y mordiéndome un pezón. Yo intentaba callar mis jadeos, pero era imposible. Nezumi empezó a bajar sus mordiscos y besos por mi abdomen, hasta que llego a mis calzoncillos.

-Desde este punto no voy a poder controlarme ¿Quieres que continúe?- Pregunto Nezumi mientras me miraba a los ojos algo dudoso.

"¿Que continuara? Si eso era un chiste, habría sido el peor que haya dicho en toda su vida"

-S...Si- dije con la voz cortada. Él sonrió de forma tierna y me acarició la mejilla, le miré extrañado y ahí fue cuando lo vi.

Estaba llorando

-N...Nezumi... ¿Que sucede?- dije mientras le limpiaba las lágrimas que caían en su rostro.

-Esque... Hacia tanto tiempo que no te veía y... Al ver que estoy siendo correspondido me hace tan feliz- dijo mientras sollozaba de felicidad.