El masajista ∆Hot∆ |•Zabdiel de Jesús •| 🔥🔥

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Nos fuimos con mis padres y nuestros hijos a pasar unos días con mis suegros.
Al solo llegar sentimos un aroma rico en la cocina y era que mi suegra había cocinado carne para todos. Yo tenía un gran apetito pero debía disimular para no pasar pena. Hasta que por fin llegó la hora de comer, solo esperé a que me trajeran el plato, llegó a mis manos y lo devoré, casi me ahogo jaja pero en cuanto me di cuenta tomé agua y seguí comiendo. Después nos vamos todos de paseo. El ambiente era muy nuevo y muy acogedor para mí, no podía creerlo, estaba pasandola muy bien estos días.

Zabdiel: Amor.

TN: Mmm?

Zabdiel: Ven aqui.

TN: Zabdiel, vamos con tus padres, que vas a hacer? Nos podriamos perder aqui, yo no conozco!

Zabdiel: Pero yo si. Vamos, por aqui. Antes de que nos vean.- me tomó de la mano y me llevó a un lugarcito cubierto por monte. Debo decir que casi no se veía. Zabdiel se pega a mi.- te traigo ganas, ya hace un tiempo que no lo hacemos, aprovechemos que te traje aqui, sin que ellos nos vean.

TN: Pero se van a dar cuenta porque no nos van a ver con ellos y nos van a buscar. Y si nos encuentran aqui?

Zabdiel: Y si no?- me dijo y me besó, me apretó fuerte contra él y me abrazó. Comenzó a tocarme y ya estaba mojada. Este chico sabe tocarme muy bien. Con una caricia o con un beso me enciendo, no sé que tienen sus besos y caricias, que me dejan con ganas de más. Siguió besándome y me arrodillo para hacerle un oral rapidito. El se viene en mi boca y él me baja el pantalón con el cachetero. Apoyé mis manos en un árbol pequeño que estaba por ahí y Zabdiel comienza a introducir su miembro dentro de mí. Me toma de las caderas y comienza con las penetraciones. Sentí que su miembro llenaba por completo mi interior. Cada estocada se sentía tan rico, que tocaba mi punto exacto. Le pedía cada vez más.

TN: Mmmmmm, sssssssssssssss, que rico, aahhhhhhh, damelo, más profundo.

Zabdiel me obedeció y lo sentí avanzar profundo, dentro de mí. Después me dio muy fuerte, hasta que me vine, y él se vino dentro de mi.
Saca su miembro de mi y me subo el cachetero junto con el pantalón. Los dos nos salimos de esos arbustos que estaban ahí y me fijo que no haya nadie. Por suerte había un árbol de manzanas y agarramos dos para que no sospecharan.
Comenzamos a caminar tranquilamente y nuestros padres e hijos estaban hablando. Ni se dieron cuenta de que ya estábamos ahí.

Mamá: Hija, dónde estaban? Y esas manzanas?

TN: Las bajamos de un árbol que está por allá.

Mamá: Vamos a ver si habrá más.

Zabdiel: Hay muchas, de sobra. Podemos ir todos.

Asi que nos fuimos todos al manzano que estaba algo cerca de ahí y nuestor hijos bajaron las que quisieron.

Zabdiel: Que suerte que nadie sospechó.

TN: Y qué suerte que lo hicimos.
Estuvo genial.

Zabdiel: Super genial.

Y asi pasamos toda la tarde, en aquel lugar desconocido, para mí.
*A lo lejos, pasa caminando la sombra de una persona*

El fin...