Capitulo. 6

213 24 4
                                    

Dicen que disimular es una de las pocas cosas que las personas no saben hacer, pensé que solo era alguna clase de broma, hasta que a papá se le ocurrió la idea de ir a desayunar a un café cerca del hotel.

Doy un sorbo a mi capuchino mientras siento la mirada de todas las personas de este lugar. No tardó mucho en llegar mi cara a las portadas de casi todas las revistas de chismes del país, hablando de mi tierna cita con Landon, algunas no daban exactamente los mejores comentarios.

— "Los americanos pretenden expropiarse de nuestro trono así como lo han hecho con todo el mundo"— las palabras de Daphne salen de su boca con algo de repulsión mientras lee el artículo dedicado a mi cita con Landon en una de las tantas revistas.— argh ¿Es en serio? Que frase más estúpida, no le hagas caso, Kiara.

— Claro que Kiara no les va a hacer caso, mi hija es dura como una piedra.— papá toma mi mano libre y me da una pequeña sonrisa.

Me esfuerzo para sonreírle y vuelvo a bajar mi mirada hacia mi celular.

Le pedí a Landon que me llamara en cuanto vi los comentarios negativos, porque como esos habían millones más, pero no había recibido de él ni una paloma mensajera.

Quizás ya se está arrepintiéndo de hacer todo esto.

Levanto mi mirada hacia la persona que se detiene a mi lado, no reconozco a la persona, es una chica un poco más joven que yo, con un cabello rojo llamativo y unos ojos negros muy profundos, me miraba con algo de repulsión mientras le daba un trago a su frapuccino.

— Si de verdad pretendes que amarrando a nuestro príncipe vas a poder destruir nuestro país, estás completamente equivocada, perra.—sus palabras me dejan en shock. Miro a Daphne en busca de ayuda pero ella está tan sorprendida como yo.

Pero mi sorpresa aumenta aún más cuando su frapuccino fue a parar de su vaso a mí cabello, la bebida baja con rapidez por todo mi cabello hasta mancharme el rostro y la ropa.

Miro a la chica completamente consternada mientras me levanto lentamente.

— ¿Por qué demonios hiciste eso?— le pregunto a la chica mientras miro mi ropa.

— ¡Fuera de aquí, americana!—grita alguien en el café.

Frunzo el ceño y miro a papá, que parece a punto de darle un ataque de rabia.

Y como si se tratara de una maldita película cliché, diferentes tipos de bebidas y otras cosas empiezan a caer sobre nosotros. Sigo en shock, sin saber qué hacer o cómo reaccionar.

Una mano se enrolla sobre mi muñeca y me saca del café. Me encuentro bañada en diferentes bebidas y con todo tipo de alimentos sobre mí, mi respiración empieza a atorarse en cuanto pienso lo que acaba de pasar allí dentro.

Todo empieza a darme vueltas, y me falta el aire, trato de buscar a Daphne o a papá pero mi desesperación no me deja encontrarlos.

Un ataque de ansiedad se le llama a lo que estoy teniendo.

— ¡Eh! ¡Kiara, reacciona!— La voz de Daphne se escucha algo lejana hasta que logro por fin verla, me mira con desesperación mientras sigue jalando de mi muñeca.

Veo a papá subirse a un auto negro y poco después Daphne me hace subirme a este mismo auto.

— Hey, Kiara, mírame.— papá toma mi rostro entre sus manos y como si fuera un remedio verlo mi respiración empieza a calmarse, tomo sus manos con fuerza en señal de que no quiero que me suelte. Las palabras parecen atascadas en mi garganta cuando intento hablar.— No te preocupes, estamos bien, respira.

Una Princesa para Meridia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora