V e a m o s q u e p a s a r á a h o r a

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Después de caminar un rato (que en realidad fue como una hora) recordé que había dejado a mi amiga el parque y sabía que me mataría por no haber avisado por teléfono.

- Me a gustado bastante estar platicando contigo Erick, aunque tengo que regresar con mi amiga, espero otro día podamos salir - le dije a Erick, me había caído bastante bien, era agradable.

- No te preocupes, me parece bien que podamos salir otro día, ¿Podrías pasarme tu número, para marcarnos luego? - respondió Erick un poco serio

- Claro, es 212-49-58 - respondí gentilmente

- Listo, bueno nos vemos otro día, hasta luego - respondió dándose la vuelta para marcharse

- Bye - respondí viendo al chico alejarse

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- Bien - respondí cortante

- ¿Solo eso? - Andrea comenzó a interrogarme sobre mi cita con Erick  cuando llegamos a casa, después de explicarle el porqué me fuí de la banca sin avisar y recibir un sermón del tamaño del Titanic por parte de mi madre sustituta acerca de irme sola con un chico que no conozco (cuando fue su idea) comenzó a llover preguntas de su parte

- Pues sí, realmente no lo vería como un chico con el que tendría una relación, aunque podría intentar salir más con él, es bastante agradable

- Patrañas, dijiste exactamente lo mismo con David, y Carlos, al final terminaste cambiando tu número telefónico, para que según tú dejaran de molestarte.

Y en eso... En mi defensa aquellos chicos eran bastante pesados y no sabía que hacer para no rechazarlos y romperles el corazón, suelo ser muy cruda con mis palabras, es algo que no controlo mucho que digamos.

- Sabes que las palabras no son lo mío,  y esos chicos eran buenas personas, solo no quería lastimarlos - Y eso... Era verdad, las personas que me rodean a veces terminan odiandome por lo mismo de ser tan cruda con mis palabras, aunque, aceptemoslo, la honestidad es solo para valientes.

- ¡Uy si!, que considerada eres, pero si tú lo dices... - suspira rindiéndose -  Entonces, ¿Todavía no hay chico? - Pregunta Andrea con curiosidad

- No hay chico - Digo afirmando, la verdad es que el amor no es lo mío.

- Bien, pues significa que sigues siendo mía - Dice Andrea jugueteando con un cojín

- Sí sí, como tú digas - La verdad es que hay veces en que las personas piensan que somos lesbianas, pero realmente solo somos dos amigas con mucha confianza y afecto mutuo

Después de eso me dirigí a la cocina para meter al microondas unas palomitas mientras que Andrea buscaba una película para poder ver.

Andrea era una romántica empedernida, tal vez por eso nunca la dejaba escoger a ella las películas, pero bueno, la verdad es que cuando las películas me aburrían, terminaba durmiendo me a mitad de ella, así que por eso no me preocupaba mucho.

Después de tomar un tupper con las palomitas previamente vaciadas, dos vasos y un refresco me acerque al sillón tomando asiento en la parte izquierda, dejando los bocadillos en la mesa para café mientras que Andrea apagaba la luz y ponía play a la pelí.

Se supone que la película se llamaba “5 metros sobre el cielo”, según yo esa película es vieja, pero a Andrea le encanta, yo nunca me aprenderé los nombres de los personajes, ni porque la vea 5 veces a menos que me interese.

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No sé cuándo me dormí, solo que desperté en el sillón con una cobija y una almohada, parece que Andrea me arropó cuando me dormí.

Más Sola Que La Soledad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora