II: La reliquia vampiro del ángel caído

Capítulo 1: Amigos *

Un nuevo día había llegado y me encontraba preparándome para ir a la escuela, estaba a tan solo una semana de poder terminar la escuela por fin, después de un año que no ha sido para nada normal, en el que comencé como un chico común y corriente, sin nadie que lo quisiera, y en este momento me encontraba sin alguien que me quiera, pero ya no era nada común.

Por otra parte, mi relación con Oliver había mejorado, pero no hablo de una relación romántica, no. Pudimos superarlo y poder ser amigos, no tan cercanos como Justin y yo pero no había tensiones. Pero aun así me incomodaba un poco que estuviera detrás de Alejandro, no por celos ni nada parecido, sino por lo que me contó el día que terminamos. Alejandro supo sobre eso, y obviamente le dejó en claro que eso era muy enfermo, pero con el paso de los días Oliver simplemente se fue acercando a él poco a poco, lo cuestioné y me dejó en claro que ya no lo hacía por eso, que lo había superado. Pero si no lo hizo en tantos años dudo que en algunos meses lo haya logrado. Pero si a Alejandro ya no le interesaba ese punto, yo no era nadie para juzgar.

Necesitaba apresurarme para ver a mis amigos nuevamente, y con mis amigos obviamente me refiero a Kelly, Mary, Alejandro y Justin, sobre todo este último. Pareciera que fue ayer cuando nos conocimos por primera vez, cuando jugamos en la lluvia y sentí algo inexplicable por él, que en ese momento no sabía que era, pero ahora lo tenía muy claro.

El hecho de descubrir su secreto y saber que me engaño todo el tiempo, no me afectó en lo absoluto, al contrario, las cosas resultaron mejor para ambos.

Durante estas semanas afortunadamente no hubo ningún otro incidente con vampiros, pero no podíamos confiarnos, y decidimos comenzar a practicar, estudiábamos juntos y después hacíamos un tipo de duelos entre nosotros, intentando no ser muy duros, aunque algunas veces exagerábamos un poco y por poco y nos terminábamos matando.

En resumen, todo iba perfecto y no me imagino como podría ser mejor.

En este momento recibí un mensaje, así que bajé por las escaleras de mi casa y salí de ella.

—Hola Justin —mencioné dándole un abrazo.

—Hola Israel ¿Cómo estás?

—Bastante cansado. No logré dormir ni un poco durante la noche —bromeé.

—Israel, eres muy listo y lindo, pero estamos de acuerdo en que en nuestra amistad yo soy el gracioso. Así que no hagas chistes malos.

—Tampoco eres tan gracioso, pero te daré la razón para que no te sientas mal.

Justin solo sonrió y continuó hablando.

—¿Eso quiere decir que ya todo está bien con tu madre?

—Ah, sobre eso. Todo sigue igual de mal, mamá está histérica y todos los días me hace un drama para que cambie de opinión. Jamás la había visto así.

—¿Y ya intentaste hablar con ella?

—Por supuesto que si, es todo lo que he intentado. Ya le dejé en claro lo que yo quería estudiar, me esforcé mucho siendo un nerd toda mi vida para poder entrar a una buena universidad y ahora mi mamá quiere controlar eso. Jamás.

—¿Y tu padre qué opina?

—Papá dice que yo debo elegir lo que yo quiera, y yo quiero una ingeniería no una carrera administrativa. Y como él es quien dará el dinero, estoy tranquilo. Por primera vez en mi vida no me importará la opinión de mamá.

—Así se habla, creo. Pero tendrás que aguantar durante tres meses mas sus intentos por convencerte de lo contrario.

Tenía razón, ella no desistiría, ella seguiría luchando hasta el último momento. Siempre había admirado su terquedad, puede ser muy útil, pero ahora quisiera que se diera por vencida.