Mira mi entrepierna y di que no quieres tocarla.

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Debo admitir que he cometido errores y que los seguiré cometiendo, sin embargo, todo se remonta al primer error llegando al centro militar, el cual llevaba por nombre U.S. FORCE. Nada original por cierto.

Bien, ¿cómo llegué yo a cometer mi primer y fatal error? Todo se origina a una tarde en donde yo ya tenía preparadas las maletas y el culo muy abierto, debido a que había sido usado por mi padre, mi tío y su vecino, y es que con solo recordarlo, siento la polla de mi tío en mi garganta mientras su vecino me cogía y mi padre me masturbaba.

Como sea, yo estaba aun con un ardor en el culo, así que preferí no sentarme frente a mi padre. Estábamos en la mesita del comedor, mis maletas en la sala y mi padre en su celular buscaba la foto del tipo que dirigiría mi escuadrón, hasta donde sabía, él tenía cierto poder en esa base y yo iba por medio de convenios de mi tío. Me dijo que la sorpresa seria mostrarme la foto, pero ni siquiera era una foto, era una credencial en donde en una esquina se veía apenas un rostro medio amargado y apenas visible. Ignoré por completo, ya que por favor, nadie iba a dominarme más que yo mismo. Esa sería la última esperanza para hacerme todo un macho empotrador heterosexual, y tanto mi padre como yo estábamos dispuestos a hacer todo lo posible para "arreglarme".

Durante ese día yo había pasado en casa empacando todo lo necesario en cuatro valijas, sin embargo, me llegó a última hora una pequeña mochila en donde apenas podían entrar dos camisetas, dos camisetillas sin mangas, unos pantaloncillos, zapatos, gel, desodorante, cepillo de dientes y una peinilla. Solo podía llevar aquello.

Mi padre, como no me iba a volverá ver hasta dentro de seis meses tuvo sexo conmigo unas cuantas veces antes de irme y yo deje toda mi ropa sucia para él, y el la mantendría así al menos hasta que el olor fuera tolerable.

Mi padre debía dejarme en la terminal al anochecer y mientras íbamos a su auto, todo se desvió a una conversación erótica.

─¿Sabes que donde vas hay muchos maricones?─ dijo sin quitar la vista de la carretera.

Yo le mire y sonreí de lado –Gracias por enviarme a la colmena─ le respondí –Seré la abeja reina que se deje polinizar tanto hasta cansarme que no me gustarán las pollas. Ya veras, regresaré hecho todo un heterosexual a romper paredes con el puño cuando me enojo.

Él se quedó en silencio –No te dejes tocar por nadie. Solo vive la actividad física que te ordenen hacer.

─Padre, ¿El sexo cuenta como actividad física?

─No Stiles, no. Me refiero a las competencias y entrenamiento, hazlo por tu tío, recuerda que él te ama y estoy seguro de que si regresas heterosexual él podría pagar tu beca en alguna universidad.

─Ajá, y mientras a mí me mandas a revolcar en el lodo, tu estarás contento con el encima de ti, penetrándote y besándose. Ya me los imagino, durante el desayuno, el pondrá miel sobre su abdomen y tu deberás limpiarlo hasta llegar a su jugosa polla... ─Dije bajando mi mano hacia mi entrepierna que se comenzaba a abultar y desabroché y baje el cierre. Mi bóxer azul oscuro apenas era visible en la oscuridad de la carretera, solo podían verse los detalles cuando pasábamos por alguna lámpara o semáforo –Tu le comerás el culo al tío y el estará más que excitado de sentir tu lengua como un pene─ dije esta vez metiendo mi mano dentro de mi bóxer acariciando mis vellos negros y espesos –Y qué decir de Jordán, seguro le invitarías al fin de semana mientras yo estaré castigado limpiando las botas de algún jefe.

─No serás castigado

─A que sí─ le dije acariciando mi erección y mordiendo mi labio –Alguna vez te dijeron lo sexy que te ves mientras te deshaces de tu hijo.

─No, nunca porque no tengo más hijos.

─Oh claro─dije sacando mi mano y acomodando mi pene fuera. Levante mis nalgas y baje el pantalón y el bóxer.

BLOOM  IVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora