Hasta el próximo año

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Sojung tiene que esperar hasta cierta fecha para poder ver a esa persona tan especial.

Tan solo dos días al año son los que la puede ver.

Dos días en los que se siente completa por fin.

[...]

La pequeña manta que cubre el delgado cuerpo de la alta es rápidamente quitada de encima de ella.

Con un largo suspiro de cansancio mira hacia la ventana y se da cuenta de que aún es de noche, al parecer no puede dormir por la emoción de que dentro de unas horas estará de camino para verla a ella.

Al ver que no podría conciliar el sueño tan pronto, se levantó de su cama y a pasos lentos caminó hacia la ventana y la abrió sintiendo como el fresco olor de la noche inundaba sus fosas nasales. Se sentía tan bien ya que hacía bastante calor en esta temporada.

-- ¿No puede dormir?-- Los ojos de Sojung, que los había cerrado para disfrutar mejor del aire, se abrieron al escuchar esa voz a sus espaldas.

-- No, hace demasiado calor-- Dijo para después voltear a verla y sonreírle-- ¿Y tú?

-- Lo mismo, además dormir en la sala es algo cansado-- Rió para después acercase a ella y pararse a su lado para sentir el refrescante aire.

-- ¿Siguen enojadas?-- Volteó hacia el cielo y observó las pocas estrellas que se lograban ver.

-- Si, mañana hablaré con ella, detesto que estemos así-- Suspiró con tristeza y cerró sus ojos-- ¿La irá a ver?

-- Si, creo que también por eso no puedo dormir-- Sonrió.

-- Entiendo... Será mejor que duerma o estará muy cansada al rato-- Bostezó y se separó de la ventana para después dar media vuelta y caminar de regreso a la puerta-- Yo iré a dormir de nuevo, buenas noches Unnie.

-- Buenas noches Yuna...-- Se despidió antes de que la menor saliera y siguió viendo un rato más el cielo.

[...]

Sábado 8:30 a.m.

La alarma de la alta suena haciéndola despertar. Con pereza la apaga y se vuelve a acostar de nuevo, siente que no durmió prácticamente nada ya que apenas cerró sus ojos y la alarma se escuchó.

Tan rápido como sus ojos se cerraron, los volvió a abrir de golpe, era la hora de prepararse para ir a verla así que el sueño se desvaneció por completo siendo reemplazado por la emoción.

A todas prisas se levantó, tomó sus cosas, que había preparado un día antes, para meterse a bañar.

Sábado 9:47 a.m.

Sojung desayunaba junto a sus dos mejores amigas las cuales aún seguían algo extrañas entre ellas.

-- Yewon-ah-- Llamó la mayor de las tres a la pequeña.

-- ¿Qué pasa Unnie?-- La miró con una sonrisa.

-- Yuna lleva hablándote desde la mañana y la estás ignorando-- La vió con una mirada desaprobatoria.

-- ¿De qué habla Unnie?-- Sin saber porqué se puso algo nerviosa y enterró su vista en su plato de comida.

-- Sabes de que estoy hablando, no seas grosera, tú no eres así-- Sojung.

-- Está bien Unnie, déjela, supongo que sus razones tendrá para ignorarme-- Con algo de molestia dejó sus cubiertos de lado y se levantó, dejando sorprendidas a las otras dos ya que Yuna casi nunca demuestra su enojo, si lo hace es porque realmente está enojada, y muchísimo.

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