SEMILLAS DE INSPIRACIÓN

¡AHÍ ME ALCANZAS!

— ¿Bueno?

— Hola abuelo, soy Elías.

— ¿Dónde has estado muchacho? Pasaron muchos meses sin que me hablaras.

—Obvio ruco. Nada se te pega. ¿No te dije que me lancé a Las Vegas?

— ¿Las Vegas? Ah sí ya recuerdo. Ibas a probar suerte allá.

— ¡Uff! ¿”Probar suerte”? hablas bien chistoso abue. Fui a jugar y perdí hasta el celu. "Vo" a tener que pedirle a mi jefa que me preste.

— A ver A ver. En primera, querrás decir tu mamá. ¿Cómo que “mi jefa”? muchachito grosero. En segunda ¿no estás ya mayorcito para cuidar de tu dinero?

— Ash, ya te vas a poner denso otra vez, por eso no me late platicar contigo. Luego luego empiezas de santurrón y te pones pe-sa-dí-si-mo.

— Bueeno mejor platícame de tu viaje a Las Vegas haber si así olvido el enojo que me has hecho pasar con tu actitud. ¿Qué hiciste por allá además de “perder hasta el celu” como dices?

—Ya vas aprendiendo abue. Te cuento, nos quedamos en el Caesar’s, que es el único hotel verdaderamente padre. El Carlos y yo nos lanzamos al cuarto, botamos las maletas, salimos a comer y después al casino a divertirnos como locos.

—Así me gusta, que hables sin decir vulgaridades. Oye y ¿siguen con los espectáculos coloridos y las bailarinas tan bonitas que había hace muchos años en Las Vegas?

— ¡¡Wow, mi abuelo es medio perverso y le late la parranda!! ¿Quién te viera? Detrás de tu bastón no eres tan santito. Ya me estás cayendo mucho mejor viejo.

—   ¡Elías no seas irrespetuoso!! No hables así. Además qué te sorprende, yo también fui joven y, hasta perdí en el Blackjack una esclava de oro que me dio tu abueli..ta… ¡Qué tarde es, mejor ya te dejo porque tengo que tomarme mis pastillas! Adios.

—   ….(bip bip bip bip)

—…Abuelo… abuelo. Ah que viejito este, pero ya me contará todo el chisme. Sino, rajo con mi abuela.