Una vez tuve absolutamente todo lo que una chica de mi edad quisiera, era la ahijada de una de las empresarias más exitosas en Argentina, tenía un novio con quien éramos los reyes a cualquier lado al que íbamos pero sobre todo en las competencias de patinaje sobre rueda hasta que un día llegó ella.
Luna Valente.
Un nombre horrendo para una persona horrenda, mi castillo que yo misma había construido con mis esfuerzos se iba desmoronando poco a poco con la llegada de esa chiquilla, mi relación había dependido de un hilo y mis inseguridades al ver a Matteo pasar más tiempo con ella que conmigo no ayudaban por lo que me convertí en una mala persona, hice algo malo como mentir sobre el horario de una entrevista y Matteo al enterarse de ello me terminó. Mi cuento de hadas había terminado aquel día porque la chica nueva me quitó absolutamente todo en especial a la única persona a la que le confiaba hasta mis más íntimos secretos y desde entonces empecé a hacer cosas malas para hundirla, para que todo volviera a ser mío pero mis planes fallaban una y otra vez.
Tuve que fingir volver a ser buena, tenía que volver a ganarme su confianza para hacer que le dieran la espalda a Luna pero ese año sucedieron demasiadas cosas como utilizar a Simón para un plan para lastimar a Luna había funcionado la parte de enamorar pero como cada cliché en esta vida yo empecé a sentir cosas por él hasta que se enteraron la razón de mi acercamiento hacia él además de que me hecharon la culpa por un accidente que le pudo suceder a cualquiera lo que provocó que me corrieran del Jam & Roller pero días antes había conocido a un chico llamado Benicio con el que hice mi última travesura antes de que se enteraran de todo y eso fue romper el patín de cristal de nuestra entrenadora Juliana, claro se enteraron que fuimos nosotros pero Benicio decidió echarse la culpa por completo lo que me sorprendió demasiado.
Me fui a otro equipo dónde había una chica llamada Emilia, había competido contra ellos la última vez que lo hice con el Jam & Roller y realmente son excelentes patinadores por lo que no dude en solicitar que me dejarán entrar, cosa que logré porque necesitaban un patinador. Ganamos la competencia pero a la vez perdí algo y no era las tonterías que mencionó Simón después de que yo ganara sino que mi madrina se había fugado una vez que Luna supiera la verdad de su pasado, volvía a quedar sola definitivamente porque Alfredo ya no me querrá como su nieta al encontrar a su querida Sol Benson.
Solamente deseaba regresar a Argentina, estar en Cancún me traía malos recuerdos porque es el lugar dónde mi vida había empezado a arruinarse con la aparición de Luna en mi vida. Si ella no hubiera aceptado irse a Argentina todo estaría perfecto como alguna vez lo fue, Matteo en mi vida, mi madrina seguiría en dónde yo estuviera sin necesidad de esconderse, tendría a mis amigas pero la vida no es un cuento de hadas y tengo que aceptarlo de la peor manera posible.
¿Alguna vez tendré aquella felicidad que tiene Luna a diario? Solo eso quiero, felicidad y nada más que eso porque desde antes de nacer he estado en la tristeza viviendo en un castillo de cristal creado por Sharon.
