Los días ya habían pasado, y con ello, el día más esperado por una de las quintillizas estaba a punto de comenzar. Era sábado por la mañana, en la cual se podía ver como una chica con un pijama de color azul, salía de su cuarto con una enorme sonrisa resplandeciente. Probablemente no habría dormido en lo absoluto, pero tampoco le importaba, estaba feliz por querer empezar el día, y que la tan gloriosa hora llegara.
Ya bajando las escaleras con su aura positiva, se podía notar que sería muy difícil sacarla de ese mundo en el cual estaba. Su hermana Nino, siendo la primera en haberse despertado para preparar el desayuno para sus hermanas, fue la primera en ver cuán radiante estaba su hermana Miku.
- ¡Oh, Miku! Buenos días… - notando su expresión – parece ser que despertaste feliz el día de hoy, ¿eh?
- Sí. No habrá nada que pueda arruinar este hermoso día, ni siquiera tú, Nino. – dijo Miku mientras se dirigía al baño –
- Bueno, no es como si me importara lo que te estuviera siendo feliz. – Siguiendo con el desayuno – (Parece que no se dio cuenta del cambio en mi cabello. Bueno, no importa. Solo es cuestión que le encante a Fuu-kun) – sonriente –
El tiempo pasaba y todas las quintillizas ya estaban sentadas en la mesa, especialmente Itsuki, quien era la más impaciente entre todas… bueno, la única impaciente, además de ser la tercera en haber bajado después de sentir el delicioso aroma de la comida preparada de Nino.
Ichika siendo la cuarta en bajar, esta solo se limitó en lavarse, cambiarse y sentarse en silencio en la mesa. Esta había llegado tarde el día de ayer, a altas horas de la noche, causando que llegara completamente agotada de todo. Teniendo fuerzas para llegar a su cuarto y desnudarse para dormir, fue lo último que hizo para luego cerrar los ojos y caer profundamente dormida. Ahora solo tenía ganas de irse y ver a su querido novio.
- (Quiero ver a Fuutarou-kun) – observando su desayuno – Lo siento chicas, no voy a desayunar. – Levantándose – Mejor será que me vaya temprano y pueda encontrarme con Fuutarou-kun antes que ustedes.
Itsuki a escuchar tales palabras de Ichika, esta quería responderle como era debido, pero como el desayuno era una comida importante del día, no podía dejar de seguir trayendo más y más a su boca, siéndole imposible hablar y solo poder hacer una mueca de disgusto.
Miku siendo la segunda en haber bajado, ella todavía no podía asimilar toda la felicidad que estaba recibiendo cada momento. Pareciera que el desayuno fuera más delicioso que otros días. Sin ningún apuro, a Miku no le preocupo lo que había dicho Ichika sobre ir a ver Fuutarou mas antes que las demás, no había motivo alguno, ya que entre las cinco quintillizas, solo Miku tenía el privilegio de tener una cita en secreto con Fuutarou, o por lo menos Miku lo veía de esa manera.
Desde ese día en el cual Miku había tomado el valor de pedirle a su pelinegro una cita con ella, y que además este aceptara con gusto, Miku no podía parar de sentirse emocionada y un poco nerviosa, esto último ya que se sentía como si se estuviera adelantando demasiado a las demás. No estaba acostumbrada a hacer este tipo de movimientos por su personalidad.
- (Me pregunto qué clase de ropa debería ponerme después de clases. Estoy un poco ansiosa de que ya sea hora de salir junto a Fuutarou) – terminando su desayuno – Sera mejor que también me vaya – levantándose – no quisiera llegar tarde hoy.
- Estoy de acuerdo contigo, Miku. – Decía Itsuki todavía con comida en su plato y en su boca – Solo espera un poco y podre…
- ¿No creen que se están olvidando de alguien? – Apareciendo desde atrás de Itsuki - ¡Como se atreven a dejar a su hermana sola acá con todos estos platos sin lavar! ¡Malagradecidas! – dijo Nino con voz de ultratumba –
ESTÁS LEYENDO
Mis Quintillizas
FanfictionFuutaro Uesugi es un estudiante de secundaria EXTREMADAMENTE APLICADO pero no sabe que un encuentro con una chica cambiara su vida para siempre