Capitulo 5:

242 28 2
                                    


Después de un par de horas más en las que igualmente estuve muy ocupado, por fin alguien llega a ayudarme y ello me da oportunidad para hablar con mi mejor amiga.

Kim Hyun-Ah el como ella y yo nos volvimos amigos fue algo muy raro o bueno al menos para mí lo es, una amistad donde cuando se conocen se odian sin ninguna explicación, pero después se conocen y se vuelve la amistad más hermosa que pueda existir, cuando la conocí ella tenía siete años y yo solo cinco. La verdad es que cuando nos conocimos fue algo muy extraño, fue gracias a nuestros padres su padre Kim Woo Bin y mi padre son buenos amigos, en alguna ocasión organizaron una cena y fue como ambos nos conocimos cabe decir que esa cena fue un total desastre porque ambos nos caímos mal y éramos niños así que imagines esto una niña pelirroja con espagueti y unas dos albóndigas adornando su hermoso cabello y un niño pelirrubio con queso por todo el rostro.

Aunque esa cena salió mal nuestros padres no se detuvieron y seguimos asistiendo a más reuniones, alrededor de un año después nuestro trato comenzó a cambiar, nos empezamos a tratar diferente empezó a construirse una amistad que al final termino siendo la mejor que he tenido en toda mi vida y que nunca cambiaría por nada.

Tiempo después cuando crecimos hacíamos todo juntos éramos inseparables, hicimos de todo juntos nuestros padres decíamos que éramos algo así como uña y mugre uno de los mejores recuerdos que puedo tener fue cuando teníamos 17 años yo tenía que mudar me a Seúl ella se quedaría en Busan, como no queríamos que nuestra amistad se quedara en olvido quisimos tener un recuerdo que nos durara para siempre y lo que decidimos fue hacernos un tatuaje de amistad.

Flashback

- Noona - hago un puchero.

- No me llames noona - me contesto casi gritando y frunciendo su ceño - ¿Qué es lo que pasa? -

- Sabes que me voy a ir a Seúl, pero quiero hacer algo especial contigo antes de irme - hago una pequeña pausa - algo así para que no nos olvidemos y recordemos cual especial es nuestra amistad -

- Yo pensaba lo mismo y se me ocurrió una brillante idea - me dedico una sonrisa que conocía muy bien, siempre que sonreía de esa manera terminábamos en problemas, pero nunca me podía negar nada de sus ideas porque en verdad son brillantes.

- ¿Cuál es tu idea? - pregunto un tanto curioso.

- Tu lo único que tienes que hacer es esta tarde ir a mi casa y lo sabrás -

.

Ya era hora de ir a la casa de noona, me aliste poniéndome un conjunto que consistía en unos jeans negros que remarcaban mis piernas y una playera negra con unas tipo botas negras.

Caminé toda la distancia que separaban nuestras casas en un tiempo récord ya que hice la mitad de lo que normalmente hago.

Cuando llegue una de las sirvientes me abrió la puerta y pase directamente a la habitación de Hyuna, con todas las veces que visite este lugar ya conocía cada rincón como si fuera mi casa, aunque prácticamente era como mi segunda casa. Llegué a su cuarto y entre sin tocar o pedir permiso, la encontré frente a su tocador terminando de maquillarse.

- Uy elegiste muy bien tu conjunto - voltio un poco la cabeza solo lo suficiente para mirarme de reojo - espera ya casi termino - siguió aplicándose rímel.

Me acosté en su cama para esperar mientras ella termina.

- Listo es hora de irnos -

Me levanté de la cama y empecé a caminar hacia la salida de su habitación lo único que vi fue que ella tomo su bolso y camino en mi dirección, salimos de su casa y nos pusimos en marcha.

- Listo llegamos - me había quedado viendo por la ventana, pero pensando en nada, que me desconecte del mundo y lo único que me trajo de vuelta fue su voz.

Cuando vi donde estábamos volteo a mirarla sorprendido.

- Enserio tu brillante idea es hacernos un tatuaje - me dio una sonrisa y un asentimiento con su cabeza.

- Es algo que ya no vamos a poder borrar y así siempre vamos a poder estar el uno con el otro - abrió la puerta y se bajo para empezar a caminar dentro del local.

Jeon DarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora