Capítulo 3:

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Después de un día algo cansado en la cafetería, termino mi turno y era hora de regresar a casa darme una ducha e irme a mi otro trabajo.

Lie mi segundo trabajo es como un bar donde los adolescentes van a pasar el rato, pero este lugar no se limita únicamente a los adolescentes también lo frecuentan hombres que tienen una gran fortuna detrás que están en busca de diversión.
El lugar cuenta con tres pisos en el primero es donde todos pueden entrar y divertirse tomar unos tragos bailar y convivir, el segundo nivel es la zona V.I.P ya que solo pueden entrar personas que lo puedan pagar ahí las cosas ya cambian un poco, el tercer lugar es uno más exclusivo donde solo pueden entrar quien tengan mucho poder o que sean amigos del dueño del bar pero nunca he ido a ese piso así que no estoy seguro de que es lo que pasa en ese lugar.

El segundo nivel es un lugar donde las personas que pueden estar ahí, pueden y suelen llevar las cosas a otro nivel, en ese piso se cuenta con un total de siete habitaciones y puede pasar de todo he estado en ese lugar ya que cuando el barman de ahí falta yo soy el que ocupa su puesto.

Mi trabajo en este lugar es ser el barman del primer nivel, porque se preparar muchas bebidas todo gracias a mi padre.

Para ir a trabajar a este lugar suelo cambiar la forma en la que me visto para encajar un poco más en el ambiente, el día de hoy me decido por unos pantalones de cuero ajustados que moldeaban muy bien mis muslos junto con una playera negra sencilla sin ningún estampado de manga cortan y para completar una chaqueta negra de cuero esa típica que utilizan los motociclistas.
También utilizo algo de maquillaje algo muy discreto pero que le dan a mi rostro un toque más maduro.

...

Llevaba aproximadamente unas dos horas sirviendo muchas bebidas, hay muchas personas en este lugar hasta el punto en que los guardias están a punto de no dejar pasar a más.

- Nos volvemos a encontrar bonito - volteo a mi cabeza y veo ahí al chico pelimenta.

- No puede ser - solté tan rápido como lo vi - el imbécil. -

- Ouch -

Se escucho una pequeña risa y una mano palmeo su espada.

- Supongo que este es el chico - hasta este momento me doy cuenta que hay otra persona acompañándolo, al momento en el que volteo veo a un guapo pelinegro con el cabello largo, piel un poco bronceada, mandíbula firme, cuerpo tonifica y puedo llegar a asegurar que debajo de la camisa se encontraban unos grandiosos abdominales, creo que me acabo de enamorar - un gusto - cuando vuelve hablar es que salgo de mi transe - soy el jefe de este idiota y si nos disculpas tenemos cosas que hacer. -

Se van antes de que pueda decir otra cosa, lo último que veo es como se pierden entre toda la multitud.

- Me das una cerveza - giro la cabeza y me encuentro con varias personas esperando por que los atendiera.

- Enseguida - les dedico una de mis mejores sonrisas y rápidamente vuelvo a mi trabajo.

...

Pasan alrededor de otras dos horas cuando vuelven a aparecer en mi campo de visión el idiota y su lindo jefe, ambos se acercan la barra, aunque no lucen muy contentos.
El lindo jefe con esa cara lo hace ver mucho más sexy, no puedo apartar mi vista de él y por eso mismo se da cuenta y me sonríe y puedo jurar que acabó de tener un orgasmo ahora mismo con solo ese gesto.

- Hola de nuevo - sus ojos son de un tono oscuro que me encuentro atrapado en su mirada, es como una batalla en la que ninguno quiere ceder primero.

- Necesitan algo - pregunto con amabilidad.

- A ti en mi cama por favor - y no damas y caballeros no fue el imbécil quien dijo eso sino su lindo jefe.



 



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Me tarde en subirlo, pero aquí esta. 




Jeon DarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora