CAPITULO 1

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-Y ya tomaste una desición?

Estaba entre la espada y la pared. Necesitaba dinero urgente y no tenía de dónde sacarlo. Mi única escapatoria era el trabajo que me ofreció mi jefe. Les cuento.

Lo que pasa, es que yo trabajo en una gran casa como niñera de dos amorosos niños los cuales adoro con toda mi vida. El mayor tiene ocho años, y tiene una hermanita de cuatro. Son muy lindos y ya estoy acostumbrada a su cariño, y ellos al mío. Si se lo preguntan, tengo diez y siete años, y trabajo en una casa de ricos empresarios en t/p. La cosa es que, la empresa del señor al que le trabajo cuidando sus hijos está quebrada y totalmente en la banca rota. Como él sabe que dependo rotundamente de el, y me tomó mucho cariño, no quiere que me quedé de brazos cruzados como la mayoría de la servidumbre en esa casa. Entonces me dijo que tenía un buen trabajo en Estados Unidos, dónde trabajaría de sirvienta. Al principio me sorprendí y quería aceptar de inmediato, pero a mí cabeza vino mi familia, hermano y amigos. No quería dejar nada aquí solo porque hace falta un poco de dinero en casa. Pero de igual forma, se viera como se viera, necesitábamos dinero, pues no teníamos ni siquiera para comer, y yo no pienso sólo en mi.

Mi papá está sin empleo, mamá hace lo que puede vendiendo ensaladas y costuras, y por otro lado, mi hermano de tan solo cinco años, no puede faltar a clases debido a que en el colegio le dan comida, y si se queda en casa pasaría hambre a diario. Yo también voy a la escuela para traer un poco del almuerzo que me dan en la escuela para papá y mamá, que no comen nada en todo el día. Por este motivo me ví obligada a trabajar.

No sé si ir a Estados Unidos... Podría ocurrir algo con mi familia y no sé... No estoy acostumbrada a dejar todo atrás, pues si, soy muy mamona y no puedo separarme de mi familia.

Don Arturo me había dicho la semana pasada sobre la propuesta de trabajo, y dijo que eran mucho más millonarios que él mismo, pues se trataba de varias empresas unidas. Entonces dijo que podría ganar mucho dinero y sacar adelante a mi familia, cosa que de verdad quiero hacer. Me dijo que me tomara toda la semana para pensar en si ir o no ir. Mi mamá dijo que me apoyaría en la desición que tome, aunque ella no quiere que vaya, pues dice que estaría muy preocupada de mi bienestar. Papá no quiere que vaya, simplemente por qué no. Dice que estaré muy lejos y todo, pero yo quiero ir por mi hermano. No podría estar con la conciencia tranquila, de saber que cada vez todos estarán muriendo de hambre, siendo que yo tuve una gran oportunidad para salir adelante, y más encima rechazarla.

-Pues... Lo e estado pensando un poco. Pero...

-Pero...?

-Si yo llegará a aceptar ir a Estados Unidos... ¿Cómo me comunicaría con las personas, siendo que no se el idioma?

-Los chicos que te contratarán te pagarán un curso de inglés y coreano

-Ah... Está bien... -esperen... ¿¡Coreano!? ¿¡Por qué un curso de coreano!?

-¿Curso de coreano, dijo? -lo miré confundida y sorprendida.

-Si. verás, los chicos son coreanos y su empresa es coreana, además de tener la empresa "madre" de todas allá en el otro extremo del mundo. Pero la instalación seguida de la que está en Corea, es justamente en Estados Unidos, y es allí donde justamente están en ahora.

-Ah... -dije dándole a entender que ya había comprendido.

Hubo un silencio prolongado, en el que estuve pensando si confirmar mi desición, o renunciar a ella. Estaba en trance.

-Entonces... ¿Tu respuesta cuál es? -me miró fijamente, con las manos entrelazadas sobre la mesa de roble, en aquella gran oficina de la gran mansión que acostumbraba ir, y que conocía perfectamente como la palma de mi mano.

Esclava sexual +21 T/n x BTS •Simple Contrato•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora