Esta historia comienza con un sueño.
TÚ sueño.
"Ayúdame... Por favor, ayúdame.
Fui encerrado por un demonio.
Eres mi única esperanza, ayúdame a salir de aquí.
Te lo ruego. Debes encontrarme."
Escuchas la voz distante de un chico desconocido y te des...
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Solomon: "Véanlas y lloren. Es una escalera de color."
Asmodeus: "¡Ugh, no lo CREO! ¡Todo lo que necesitaba era el as de espadas!"
Satan: "Entonces, Solomon vuelve a ganar, ¿eh? ¿Cuántas veces seguidas van?"
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Solomon: "Esto hace 183 victorias para mí ahora."
Asmodeus: "¿Estás usando algún tipo de magia? ¿Cómo un hechizo que altera la apariencia de las cartas en tu mano?"
Solomon: "Ya, ya, no soy como ustedes demonios. Te agradecería que no me acusaras de comportarme como tal. No soy más que un simple humano, un cordero inocente."
Satan: "Me sorprende que puedas decir eso con una cara seria, considerando que eres el hechicero más poderoso en la historia de la humanidad."
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Solomon: "Wow, ¿Es eso realmente lo que piensas, Satan? Debo admitir que me siento honrado."
Solomon: "Aún así, si Mammon estuviera aquí, podría haber roto mi récord de racha ganadora."
Satan: "Cierto. Tan pronto como se trata de dinero, es como si un interruptor se activara dentro de él. Se asegura de que termine siendo suyo, casi como una especie de superpotencia."
