BRUJOS

Capítulo 2: DILLON

Hoy era el primer día de clase. Por fin el último año, estaba deseando acabar el instituto y empezar la universidad como mis hermanos mayores Corwin y Twenty. Corwin iba a empezar tercero en derecho, mientras que Twenty, aunque tenía diecinueve, este iba a ser su primer curso. Iba a estudiar magisterio.

Mi gemelo Rixon y yo tenemos diecisiete y aún no tenemos demasiado claro que vamos a estudiar el año que viene. Y las pequeñas de la casa, también gemelas, Haley y Brandy tienen dieciséis y no es por decir nada malo de ellas, pero están inmersas en la edad del pavo. Supongo que en un tiempo madurarán.

Somos una familia bastante numerosa, ocho más Veneficus, nuestra gata blanca.

Mis padres han vivido aquí toda la vida, se conocen desde niños, ya que iban a la misma clase. El suyo se le podría llamar amor verdadero, o eso es lo que ellos dicen. Se llaman Magus y Lux Blackat. Tienen cuarenta años, pero se conservan muy bien, alguna vez, mi hermana Twenty se ha enfadado cuando ha oído que ella y mamá parecen hermanas. La entiendo ya que no sabes si están diciendo que ella parece mucho más joven o es que tú pareces más mayor. Mi padre tiene el pelo negro, contrasta mucho con la blanquecina piel que todos hemos heredado, aunque era de esperarse, mi madre también es bastante pálida. Sus ojos son verdes como las esmeraldas. Es alto y con un cuerpo esbelto. Mientras que mi madre es mucho más bajita y delgada. Su melena es castaño claro al igual que sus ojos. Son los mejores padres que podríamos tener, y no es peloteo, estoy siendo completamente sincero.

Corwin, el alocado de mi hermano mayor, nunca he visto a nadie más pasota que él. Siempre lleva su corto cabello negro sin peinar, lo que lo hace incluso más dejado de lo que es. Sus ojos son idénticos a los de mamá. Y también es su ojito derecho, aunque ella lo niegue.

Twenty es la copia exacta de mamá, incluso los mismos gestos tiene. Aunque el castaño del cabello de mi hermana es un poco más oscuro que el de nuestra progenitora. No es muy buena estudiante, por eso, cuando acabó el instituto estuvo trabajando en la tienda de nuestros padres, y ahora ha decidido que quiere ser profesora. Todo por dejar de trabajar con mamá. Y hablando de eso, ahora tendrá que buscar a alguien para que la ayude en su negocio.

Los siguientes en la familia somos Rixon y yo. Gemelos idénticos, aunque reconozco, sin que me escuche mi hermano, que él es un par de centímetros más alto. Nuestro corto pelo, él siempre lo lleva engominado y yo con mi flequillo hacia arriba, es castaño oscuro. Él suele llevar barba de varios días y yo siempre voy afeitado. Nuestros ojos son verdes del mismo tono que papá y nuestra nariz es pequeña y fina. Somos tan iguales físicamente, pero tan distintos en nuestros gustos. Yo soy fan del deporte y de la tranquilidad, mientras a él le entusiasma la música y la fiesta, toca tres instrumentos, la guitarra, el piano y la batería, él solo podría montarse un grupo, aunque ya lo tiene con nuestros amigos.

Las últimas de la lista, pero no menos importantes son las gemelas Brandy y Haley. Dos adolescentes muy inteligentes. Cuando eran pequeñas me recordaban a las compañeras de Bart Simpson en los dibujos. Eran muy pesadas y todo lo hacían juntas, incluso hablaban a la vez. Tienen el cabello negro y lacio y los ojos verdes, pero no del mismo tono que nosotros. Les encanta leer y siempre están hablando de chicos, más de una vez hemos tenido que actuar para apartar a niñatos de ellas.

-Venga niños, acabaos el desayuno que papá os llevará al instituto antes de irse a trabajar. -Nos apremió mamá para que nos fuéramos.

Nuestro padre trabajaba en la ciudad en un hospital, es cirujano.

Subimos a su coche. Nos pasamos los cinturones y arrancó.

-Estoy super nerviosa, espero que me toquen todas las clases con Brandy. -Dijo Haley. Se notaba en la voz que está temblando.