•°•° Minho y Jisung son mejores amigos, ambos chicos están enamorados el uno del otro y lo saben, pero son demasiado tímidos para decirlo. Al atravesar por una pandemia peligrosa y sin cura aparente, viven aventuras que harán que su amistad se convi...
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Un científico con una bata blanca, teclea una serie de números en aquella pequeña pantalla mientras las puertas de vidrio le abren paso luego de sonar el característico sonido de aceptación de la clave. En el interior de la habitación, otros científicos con la misma vestimenta parecen estar concentrados en su trabajo.
Algunos con guantes de látex manipulan recipientes de cristal con sustancias coloridas, otros succionan muestras de líquidos con sus jeringas y los depositan en frascos diminutos que guardan en lo que parece ser un refrigerador, pero el que acaba de entrar tiene algo inusual, algo que no va acorde con el ambiente estéril, blanco y puro.
Ese maletín que lleva en su mano derecha, completamente negro haciendo contraste con su guarda polvo blanco, guantes y mascarilla y cofia del mismo color. Con paso tranquilo, se acerca hasta una de las mesas, en donde deja el objeto que trae, sin mostrar intención de abrirlo o hacer algo con él. Simplemente vuelve sobre sus pasos hacia la puerta de salida, habiendo dejando el maletín, y repitiendo el proceso con el panel numérico se retira de la habitación.
No pasaron muchos minutos para que el contenido del estuche negro estalle, destrozando la habitación y todo lo que contiene, dejando heridos a varios de los científicos que trabajan en el lugar. Las paredes y puertas de cristal descansan en pedazos sobre el suelo, al igual que todos los artefactos y recipientes. Las personas que trabajaban en otras partes del edificio no tardaron en llegar corriendo a averiguar lo que había sucedido.
Al ver la impactante escena, uno de ellos presiona un botón rojo que está a un lado, haciendo que suene la alarma de emergencia. Todos los que la escuchan saben que no es un sonido común, tampoco es la alarma de incendio, es la advertencia del riesgo bacteriológico.
No es una habitación común del Instituto de Investigación Científica Experimental (IICE) en donde se desarrollan las vacunas de la gripe o se investiga la cura de alguna enfermedad. Este es un sitio a donde muy pocos tienen acceso y donde se desarrollan las investigaciones sobre la mutación genética y la creación de virus artificiales.
Sólo los científicos que trabajan dentro del proyecto saben de qué se trata y qué fines tiene, pero cualquiera sabe que ese tipo de cosas son muy peligrosas y más si los recipientes en donde están sellados se rompen por una explosión. Sobre todo un proyecto en especial: el virus F11, un virus que pretende ser nocivo para la vida humana, y creado para el desarrollo de armas biológicas para la venta al gobierno interesado.
Sin embargo, los científicos no han logrado que sea letal, sino que todos los animales alfa expuestos cambian de una manera de actuar agresiva y muy destructiva con los de su especie.
Todas las medidas de seguridad se llevan cabo dentro del Instituto, junto a las fuerzas médicas y policiales para asistir a los afectados y saber qué fue lo que causó todo. Todo aquel que se considera en riesgo de infección, está aislado en cámaras selladas.