Sad, Beautiful and Tragic Perfection

Capitulo 6

Zúrich podría ser un lugar tranquilo pero en definitiva las vidas de muchas personas que ahí residían se ponían de cabeza cada 24 horas, mientras el pelinegro vivía una pesadilla para el pequeño castaño aquel día estaba transcurriendo de lo más normal, aburrido y algo estresante, a punto de quedarse dormido en clase su teléfono vibró llamando su atención, revisó de manera cuidadosa el mismo debajo de la mesa y una gran sonrisa se iluminó en sus labios, parecía que una vacante de trabajo había sido liberada. ¡La persona que había redactado el mensaje decía ser el mismísimo dueño de la empresa! Tal vez para el las cosas no irían tan mal.

Barson ladeó su cabeza con curiosidad, puesto que aquella empresa realmente no le sonaba ni remotamente parecida, honestamente no la recordaba dentro de toda la búsqueda en plataformas de trabajo que había tenido la noche anterior pero valía la pena intentar tal vez era una nueva empresa y apenas comenzaba a desarrollarse. Parecía ser solo una pequeña cafetería nueva, buscando meseros y gente de Staff, el correo pedía una foto fuera enviada, en el mismo venían adjuntos también los datos sobre el salario ofrecido, era un cantidad exorbitante y las oportunidades que tendrían al trabajar con ellos, sin dudarlo dos veces, Barson escogió la mejor foto en su galería y envío a aquella persona que reclutaba la misma.

La respuesta fue inmediata, el dueño quería verle, ese mismo día a las 5:30 pm. ¡Bien! Parecía que ya tendría al fin un digno y buen empleo, revisó los datos del punto de reunión, parecía que las oficinas estaban situadas algo lejos de la universidad un lugar que no le sonaba para nada parecido, pero el realmente casi no conocía nada en la ciudad, así que no podría perder aquella oportunidad y tenía internet en la universidad para asegurarse de llegar al lugar correcto, una sonrisa victoriosa se dibujó en sus labios y guardo el móvil en su bolsillo esperando el final de las clases, tenía el tiempo medido, menos mal que había escogido un atuendo presentable el día de hoy, porque no tendría tiempo de pasar a cambiarse al departamento.

Las horas transcurrieron bastante rápido con el reloj marcando las 3:45 de la tarde, Barson acudió a la biblioteca y se dirigió a las computadoras para buscar exactamente el punto de reunión, se sintió algo extrañado al observar que los alrededores de aquel lugar estaban siendo remodelados, no debía haber muchos locales abiertos por esa zona.

–Tal vez, es su primera locación, tampoco es como si tuviera muchas opciones – se dijo a sí mismo en un susurro alentándose a seguir con lo planeado, asintió levemente y tomo una foto del mapa desde su celular con el objetivo de no perderse en el camino.

Se puso de pie y pido el rentar un locker en la biblioteca, cerrando con llave el mismo y dejando libre la máquina en la biblioteca, el castaño salió de aquella con pasos seguros y rápidos. Al estar frente a la facultad, estiro su mano en la calle haciendo un taxi parar, la ciudad en la que estudiaba era de verdad nueva para él , en realidad mucho era nuevo para él, una vida encerrado en casa, siendo educado en la misma hasta la preparatoria le había privado de conocer todo a su alrededor, se aseguraría de no llegar tarde a su primera cita laboral perdiéndose, así que le mostró al conductor del taxi donde había subido, la foto en su teléfono y este le miro algo extrañado por su retrovisor pero no dijo mucho más todo el camino, ¿Extraño? Un poco.

Al llegar a su destino, pago el monto marcado y bajo del auto. El lugar donde se encontraba se veía desolado y había algo aún más extraño el edifico frente a él era un.... ¿Hotel? Pero esa era la dirección correcta... ¡Oh! Una reunión como las que tenía su padre, seguramente estarían comiendo en el restaurante de aquella instalación mientras le entrevistaban y luego le mostrarían una cafetería en donde el realmente desempeñaría su trabajo, sonrió ante la idea y se adentró al lugar, viendo a una señorita en la recepción, se presentó dando los motivos de su visita y ella sólo se limitó a sonreír cabizbaja.