VI

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Ha pasado mucho tiempo desde el cuarto cumpleaños de los mellizos Midoriya, ahora se encontraban por entrar a la secundaria.

El tiempo había pasado muy rápido, ocurriendo algunas cuantas cosas a los mellizos. Emiko había entrenado junto a su hermano desde el momento que despertó su singularidad, mejorando en todos los sentidos.

Pero, Izuku en ningún momento tuvo indicios de despertar su singularidad.
Sin embargo; Emiko ánimo y alentó a su hermano a seguir entrenando, hasta el momento en que llegara sea día.

Emiko Midoriya era una chica muy alegré, enérgica y sobre todo generosa, siempre ayudando a las personas que necesitan ser ayudadas. Emiko tenía un gran espíritu de autosacrificio, no le importaba ser dañada, ella estaba ahí para quien necesitaba ayuda.

Izuku siempre estaba totalmente determinado, empezando un nuevo entrenamiento después de entrar a la secundaria. El objetivo del peliverde era limpiar toda una playa, la playa Dagobah.

Después de terminar las clases, Izuku iba a limpiar esa playa, que era un gran vertedero de basura de lo que antes era un parque municipal.

Fue hasta el según año de secundaria que Izuku terminó su entrenamiento, ahora la playa estaba totalmente limpia. Era un lugar especial para las parejas de enamorados, para disfrutar del atardecer.

Izuku Midoriya había cumplido su objetivo, su cuerpo estaba totalmente preparado. Pero, apesar de haberse esforzado mucho, no llevo ese día.

Bakugō Katsuki es el mejor amigo de Izuku desde que tiene memoria, a Bakugō no le importa la condición de su amigo, el respeta a Izuku. Ambos comparten algo desde pequeños, es el sueño de ser un héroe.

[...]

Era un nuevo día en la residencia Midoriya, la familia estaba disfrutando de un desayuno nutritivo antes de iniciar sus actividades.

Izuku, ¿Cómo ha estado la escuela? -preguntó Inko a su hijo- ¿Ha pasado algo interesante? ¿Alguna chica que te guste?

Para nada mamá, no ha pasado nada interesante -dijo Izuku mirando su desayuno- Los mismos días de siempre

Y, ¿Algún chico que te guste Emiko? -preguntó Hisashi su hija- Después de todo ya eres una señorita

Emiko no pudo evitar atragantarse, esa pregunta jamás se la había esperado, menos de parte de su padre.
Pero, había alguien en el corazón de la albina, un chico que siempre protegía de ella.

¡Claro que no! Que cosas preguntas papá -dijo Emiko para seguir disfrutando de su desayuno-

Bueno, tengo que ir al trabajo -mencionó hisashi terminando su desayuno- Vuelvo en la tarde, voy saliendo

Después de despedirse de su familia Hisashi salió de casa en dirección al trabajo, los mellizos midoriya también habían terminado de su desayuno

Vamos saliendo, nos vemos mamá -dijeron los mellizos-

Ambos salieron de casa despidiéndose de su madre, Inko sonrió al mirar lo grandes que habían crecido sus pequeños bebés.

[...]

En el camino, ambos hablaban sobre algunas trivialidades hasta que se encontraron con Bakugō, quien siempre los esperaba a mitad del camino.

Después de llegar a la secundaria, los chicos fueron a su aula asignada. En el pasillo Izuku vió a un grupo de chicas hablando, parecían ser amigas.

Eres muy estúpida, ¿Acaso creíste que realmente eras nuestra amiga? -dijo una de las chicas- No seríamos amiga de un fenómeno como tú

Héroe [Izuku Midoriya] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora