Dos años después…
Es invierno, por lo cual Liverpool está teñido de blanco. Una ola polar había azotado la ciudad hacía una semana y dos días, nadie se atrevía a salir a la calle al menos que fuera un compromiso importante. Desgraciadamente, Louis tenía que salir este día de ventiscas y nieve.
Tenía las manos congeladas y la garganta seca por las ráfagas de viento helado que lograban entrometérsele por la bufanda de lana verde que llevaba anudada al cuello. A pesar de que llevaba una sudadera y un abrigo bastante abundante de hilo también, sentía que los huesos le dolían.
Era una sensación espantosa.
Maldecía en su interior por tener que cursar un sábado a la mañana. Es decir, ¿A caso no podían dejarlo un día tranquilo? Ya bastante tenía que tolerar los nuevos cambios. Su nueva vida aún le pisaba los talones para informarle que olvidara la anterior.
Eso trataba. Todos los días y todas las noches.
Intentaba olvidar Londres, sus amigos, su antigua vida social, su antigua casa, todo…
Cruzó la puerta de entrada con ansiedad, porque estaba seguro de que allí dentro estaría la calefacción encendida. Y no se equivocó. Liberó todo el aire contenido por el frío y se quitó la bufanda para disfrutar de la cálida y agradable sensación que envolvía su cuerpo. Sobó sus manos y se despojó de su abultado abrigo de gabardina café para encaminarse hacia el auditorio.
Louis había comenzado su carrera de fotografía hace un año y dos meses, cuando decidió dejar de lado los deseos de su madre para que se dedicara a una rama de la medicina para escucharse así mismo. Esto era lo que él quería, y no podía estar más feliz con lo que tenía en este momento. Si bien estos últimos años habían sido… extraños para él, logró continuar su rutina sin detenerse a pensar en su vacío interior. Esa sensación que le exprimía las entrañas cada hora del día, como una molesta alarma en su cabeza. Aunque no estuviera seguro de qué era realmente, no podía ignorarla todo el tiempo.
Empujó la puerta de madera con sus dos manos y sonrió al ver lo que tenía enfrente. Todos se preparaban para comenzar una mañana de fotografías y temáticas propias que los hacían divertirse.
Está bien, cuando Louis maldecía por cursar un sábado no se refería al lado literal de su expresión. Más bien, odiaba cruzar caminando media ciudad bajo una ventisca de nieve que lograba atravesarle la piel como puñales bien afilados. Pero cuando el tiempo era favorable, soleado, o al menos que no hubiera lluvia o nieve, él estaba más que encantado con la idea de asistir cualquier día de la semana, así fuera un sábado o uno de sus días libres. O así tuviera que despertar a las cinco o seis de la mañana; nada le impedía perder su sonrisa, porque esto era lo que siempre había querido hacer.
-¡Loue! – esa voz tan conocida y dulce que lograba sacarle sonrisas a cada momento del día. No alcanzó a darse la vuelta, cuando sintió sus brazos en su espalda, apegándolo a su cuerpo en un abrazo cariñoso. – Te he extrañado mucho, bebé…
-Y yo a ti. – se dio la vuelta con dificultad, admirando esos ojos verdes esmeralda que tanto le gustaban. – Creí que no vendrías aquí hoy.
[En multimedia hay un gif de Devon <3 ]
-¿Y perder la oportunidad de verte? – volvió a sonreír. – Ni loco.
-Qué cursi eres, Devon. – le besó la frente y lo empujó por el pecho para distanciarse.
-¿Cursi? – se volvió a su lado, mientras Louis se encargaba de buscar sus materiales en su bolso - ¿Yo?
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A Little Death III [Larry OS]
Fanfiction"Todos buscamos a alguien cuyos demonios se entiendan con los nuestros"