A Little Death III [Larry OS]

<< Parte 2>>

Los ojos de Louis se abrieron ampliamente ante la confesión del sujeto, él no se esperaba algo como eso. Aunque le restó importa, pues pensaba que estaba loco o que se trataba de… bueno, ni siquiera sabía qué pensar.

-Creo… no sé ni qué decir, - murmuró Louis. – pero pienso que estás loco.

-¡Claro que estoy loco! – se rió como si hubiera escuchado una buena broma. - ¿Sabes qué tan loco estoy? Estoy tan loco que he renunciado a todo en lo que creía por… ese sentimiento estúpido que los humanos sienten cuando… mierda, no sé ni qué es…

-Estás loco y necesitas ayuda.

-¡Sé que estoy loco! – le gritó en cara, provocando que Louis se apartara un poco. – Me enamoré. ¿Lo entiendes? ¡Me volví loco de amor!

Louis abrió los labios para hablar, pero fue interrumpido.

-¿Y sabes? Estoy tan loco que intenté olvidarme de esa estúpida persona que logró enamorarme. Todos estos años estuve a su alrededor, esperando a que me note o que al menos, no lo sé, que al menos se digne a verme a los ojos…

-Yo… Lo siento, en verdad, pero creo que no puedo ayudarte. – intentó guardar la calma, mientras ideaba una forma de escapar de esa escalofriante situación.

-Tienes razón… - se apartó de su cercanía. - ¿Sabes? Creo que nadie en este maldito mundo puede ayudarme ya. Estoy perdido… ¡Me dejé vencer por tu estúpida raza! ¿En qué me he convertido?

-Oye…

-¡Estoy perdido!

-Amigo tienes…

-¡No me trates como un desconocido, idiota! – gritó a los cuatro vientos y se vino contra Louis, medio acorralándolo contra la isla de mármol negra. Luego rió y negó repetidas veces. – Estoy loco… ¿No? ¿Estoy tan loco como para haberlo dejado ir aun cuando estaba enamorado? – esta vez, aquellas esmeraldas misteriosas comenzaron a brillar, se humedecían con los recuerdos y la persona que tenía frente a ellas.

-Yo… bueno… ¿Era un chico? – preguntó incómodo.

-Era la criatura más hermosa que alguna vez pude ver. Llevo siglos vagando en este mundo y en ninguna de mis tantas vidas he podido sentirme tan roto como ahora. Nunca…

-Entonces ve y dile que lo amas.

Volvió a reír sin humor. - ¿Y cómo crees que reaccione si le digo que yo fui quien lo empeoró todo?

-Pienso… qu-e… que si él te… a-ma, entonces te entenderá... ¿No?

-Buen punto. Pero, ni siquiera sé si me ama aún. Esto es muy triste, ¿Cierto?

-No… no lo sé…

-¿Sabes? El ser humano es tan estúpido que se enamora de personas que no puede tener, - dijo, apartándose de Louis, abriendo una de las cajoneras, revolviendo sin dejar de mirarlo. Hasta que del interior de una de ellas, sujetó un cuchillo para cortar carne. – creo que me he vuelto uno.

-¿Qué haces? – palideció de repente al observar el arma en su mano. – Por favor, no…

-Tranquilo, a ti no voy a hacerte nada. No podría lastimarte nunca, pequeño… nunca…

Los ojos verdes del sujeto admiraron el filo del cuchillo con curiosidad, como si fuese la primera vez que veía algo así, aunque no fuera cierto.

-Estoy harto de esto. – musitó entre dientes, sosteniendo el puñal con fuerza, llevándoselo a su pecho. – No voy a sufrir por alguien que no me quiere…