Capítulo 11

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¿Alguna vez has sentido que tu mundo se cae a pedazos?

Después de aquel suceso tan trágico que afortunadamente no llego a más, me dejó despierta toda la noche, pensando en aquel chico pensando en que quizá debí presta más atención a él.
Al otro día por la mañana al despertar le envié un mensaje, respondiendo a lo que anteriormente me había dicho:

Mezcle antidepresivos con pastillas.

Hey no vuelvas a hacer algo tan tonto, ¿Qué haría yo sin ti?
El mensaje de lo envíe cerca de las 6am que era la hora en que todos los días sin falta me levantaba para ir al trabajo, y de ahí en ciertos momentos me daba el tiempo de contestar a sus mensajes, pero nuevamente aquel día el pánico se apoderó de mí nuevamente, pues mi turno terminaba a las 4pm y él no me había dado señal de estar bien en todo ese lapso del día, quise pensar en cosas que probablemente estaría haciendo como algún trámite universitario o algo así que necesitará, porque hasta la fecha sólo sabía que estaba haciendo ese trámite para entrar a la universidad. Cerca de las 7pm envié otro mensaje

–Oye! ¿Estás bien?–  Creo que fue una manera de preguntar indirectamente si estaba bien o si tenía algo en aquella mente tan asombrosa que poseía, ya fuera bueno o malo, la respuesta tardo un poco pero no lo suficientemente para preocuparse.

–Hola, y nel, no estoy bien– Fueron sus respuestas a mis dos mensajes anteriores.

–¿Por lo mismo de la vez pasada? –Le dije intentando ahorrarle explicaciones, algo como el atentar con tu propia vida no se va de un día a otro.

–Peor– Respondió, y ahí estaba de nuevo limitando respuestas, siendo terco como sólo el sabía hacerlo.

–¿Puedo ayudar en algo?– Pero no obtuve respuesta hasta el día siguiente. A veces sentía que en vez de ayudar aburría a este chico, pero no sabía que hacer en estos casos

–Uhm no sé– Solía ser distante pero mi yo ingenua quería creer que era porque estaba pasando por un mal momento, porque solemos ser fríos y distantes, todos no sólo él.

–Sabes que puedes confiar en mí, anda dime lo que quieras decir, no importa que sea, no importa si quieres mandar a todos al diablo, es más si quieres a mi también, pero no te guardes nada ¿Okey?– Y lo decía enserio, nadie debe guardarse nada que quiera decir, pero como he dicho siempre es reservado, y bastante bueno ocultando cosas, pero era bastante terco para hacerlo cambiar de opinión.

–Soy ese tipo de persona que se guarda todo... Que no cuenta cosas que lo sentir mal así sean insignificante. – Esa fue su respuesta, pero lógicamente yo ya la había deducido semanas atrás, por su manera de comportarse, porque quizá era ingenua pero observadora y no bastante estúpida para no ver algo como eso.

Los días pasaban y él seguía distante, quizá necesitaba su propio espacio para pensar sobre lo que tenia en mente ya fuera malo o bueno, o solo quería que me alejará de él, quizá era lo correcto para ambos, alejarnos, pero mis promesas jamás se rompen y aunque en el fondo sabía que lo correcto era irme, pero me quedé porque él me necesitaba así negará cosas, o quizá quién lo nescitaba era yo.
A finales de los últimos 3 días nuestros mensajes de basaban en :
"Hola" "¿Cómo te fue hoy?" "Bien"
No había mucho que conversar.

Creo que nunca debes convertir a una persona en tu fuente de felicidad, porque llega el momento en que te acostumbras a saber sobre ellos y cuando no están sientes un vacío enorme.

Michael había colocado una frase referente a que "Tus pocos amigos te abandonan en ciertos cambios de etapas, y rutinas"
Así que decidí contestar a eso.

Siempre Serás Mi Quizá 🍂© [✓]. (Terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora