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-Mira Ismael no quiero saber nada de ti- mentira- ni de tu estúpida cara a estiércol, no me importa perderte por que este viaje era solo para mi y Sahory y se supone que seria uno de los mejores viajes de mi vida y tu vienes a estropearlo todo eres un imbécil Ismael- volví a mentir- y quiero que tu y tus hermosos ojos, tu escultural cuerpo, tu sonrisa, se vallan por siempre de mi vida.

-Se que soy un gran imbécil...

-Si lo eres

-Pero no me iré de tu lado. Es que eres como el aire que respiro, el agua que bebo, eres importante para mi vida Michelle y con nadie había sido así, tu haces volar mi celos, haces que quiera golpear al primero que te ve, y por esa misma razón te quiero Michelle y no saldremos de aquí sin arreglar las cosas y hablar.

-Pero solo escuchate Ismael, ni siquiera somos nada y me estas diciendo todas estas cosas que me hacen desubicarme.- empezaba a deramar pequeñas lágrimas

-Lo siento- se inclinó a darme un pequeño beso, pero lo esquive

-no puedes solo pedir perdón y darme un beso y creer que todos va estar bien. No Ismael así no son las cosas.

Me agarro fuerte de la mandíbula haciendo que lo vea a los ojos y acercándose para darme un beso.

El beso fue duro sin cariño y con mucha fuerza como si en verdad me necesitará y sus labios pedían a gritos los mios

Lentamente me acostó en el frío piso, posicionándose el arriba de mi, en mi respuesta solo lo abrazo a mi como si quisiera hacernos uno mismo.

Quito mi blusa esperando a que me negara  a su suplicas. Me miro a los ojos, no hablo, pero con la mirada me decía que quería permiso para hacerme suya, no me negué y el prosiguió, con sus beso en mi boca bajo dando besos por mi cuello, quito mi sostén negro y después le dio dos pequeños besos a mis pechos.

Con cada rose yo gemía de excitación.

Bajo mis pantalones dejándole en ropa interior. Seguía con los pequeños besos por todos mi cuerpo, en mi hombro, cuello brazos, estaba volviendo loca con cada beso yo gemía de placer.

lentamente bajo mi ropa interior que hacia juego con mi sostén.

Yo estaba desesperada por que me hiciera suya.

Estaba totalmente desnuda, Ismael se hizo hacia atrás para deleitarse de mi cuerpo, yo solo me sonroje de la vergüenza.

-Nena no tienes nada de que avergonzarte eres muy hermosa.

-Esto no es justo yo estoy desnuda y tu tienes todavía ropa- le dije.

-Eso se puede arreglar.

Se saco su camisa y luego su pantalón, se iba a bajar de una sola vez el bóxer que traía pero lo detuve, haciendo que yo lo bajara tan lentamente como el hizo, haciendo lo sufrir de la desesperación. Veía frustración en su rostro, bien ya logre mi objetivo que lo bajo de un solo jalón.

Me deleite de su cuerpo desnudo era como si vieras a un dios griego estar modelando para ti.

Se posicionó otra vez encima de mi cuerpo.

-¿Lista?- me dijo viéndome a los ojos. Yo necesitaba decirle que era mi primera vez con un hombre que no tenia la experiencia, que el seria el primer hombre. Vio mis ojos pero no hallo repuesta.

-¿Que pasa?

-Ismael yo...-Necesitaba decirle pero me daba vergüenza.

-¿Eres virgen Michelle?- me vio a los ojos diciéndome que todo iba a estar bien. Pero ¿como lo sabe?

-Michelle entiendo si no lo quieres hacer...- lo calle con beso apasionado y dándole permiso de entrar.

-Si quiero Ismael, quiero que seas el primer hombre en entrar en mi- me sonroje por lo que dije.

-¿Segura?

Solo asentí.

Saco algo de su pantalón, un envoltorio plateado.

Un condón.

-Bien aquí vamos, si te duele nena solo me das una cachetada.- Asentí 

Sentí como entraba en mí, un dolor inmenso  se apodero de vientre y mi entre pierna, el dolor era increiblemente doloroso que tuve que agarrarme de la espalda de Ismael y encargarle mis uñas.

Gruño.

-¿Te estoy lastimando nena?.

Negué.

-Sigue.

Seguí con el dolor pero ya era tolerable. Ahora sentía mas placer que dolor. No quería que parar, yo me sentía en las nubes, podía tocarlas era genial todas estas emociones excitantes que sentía mi cuerpo.

Ismael iba aumentando la velocidad con cada embestida que daba.

En un punto donde ya no pude con mas placer sentí donde me debilitaba y solo caía rendida no podía moverme mas, Ismael solo cayo a mi lado. Estábamos sudorosos, necesitaba un baño, se levanto levemente para darme un pequeño beso en los labios.

-Eso fue genial, eres fantástica mi amor- me acaba de de decir que yo era su amor y se sentía bien escucharlo.

Me abrazo y pude olerlo era una mezcla de sexo y menta.

-Vamos- se paro y me estiro la mano para que la tomara.

-¿A donde vamos?- le dije

-Tenemos que tomar una ducha ¿no?

Ya cuando estaba parada Ismael saco una sabana de quien sabe donde y me la enrollo en mi cuerpo, me cargo en sus brazos en forma de bebe

-Nadie puede ver tu cuerpo mas que yo.-dijo

Me llevo a su recamara y entramos ala ducha. Templo el agua y me metió luego fue por dos toallas.

Se metí junto a mi, yo había mojadome ya, hací que el se mojo igualmente, me echo chapoo en mi cabeza, era ese champoo que me encantaba como olía en su cabeza. Ahora olería a el, me tallo la cabeza muy suavemente, me lavo y ahora tocaba el jabón, me paso por mis hombros, pechos brazos, estomago, piernas, pies por todo mi cupo paso el jabón, me volvió a enjuagar

-Listo ya quedas, tan hermosa como siempre- me dio un beso en los labios.

Decidí salir para que el se duchara y yo poder cambiarme en mi habitación.

Salí en toalla, para dirigirme a mi cuarto. Cuando cerré la puerta detrás de mi, vi a Sahory con Oscar arriba de ella.

¡Dios santo me quedaría ciega!.

No me vieron así que me escabullí y pude entrar a mi cuarto sin que me vieran.

Me puse un short y una blusa con la bandera de Londres que dejaba al descubierto mi estomago plano. Espere que el show de afuera acabara para poder salir y dirigirme al cuarto de Ismael.

Cuando por fin escuche la puerta abrirse y luego cerrarse me imagine que se habían ido.

Salí de mi habitación, para ir a la habitación de Ismael, toque varias veces la puerta pero no habrían a si que decidí entrar.

Pero ojala nunca hubiera entrado, me sentí usada, sucia quería golpearlo tan fuerte y dejarlo noqueado ¿por que me hacia esto a mi? ¿Es que no era suficiente para el?

Jamas volveré a confiar en el.

Solo salí de la habitación dando un puertazo a la habitacion, con mis lágrimas a punto de salirse de mis ojos, escuche que me gritaban de la habitación pero no voltee no quería escuchar sus excusas, sus engaños, no caería otra vez.

Con Ellos En Londres(+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora