Entré a clase observando como los estudiantes se divertían lanzando sus aviones de papel.
Unos estaban ligando con unas chicas. En fin... Lo típico ¿no?.
Pasé entre los jovénes sin ser detectado y me senté en el sitio de la esquina pegado al fondo de la clase.
Me descolgué la mochila del hombro y la dejé al lado de mi mesa abierta.
Empezaron a apagarse las risas cuando entraban los últimos a clase acompañados de la profesora.
Levanté la mirada al pupitre que tenía delante y unos ojos azules me martillearon la cabeza. Tuve que desviar la vista.
(Se que es una introducción un poco corta pero os dejo con la intriga hasta el siguiente cap.
No os pongais :c a la vuelta de la esquina esta la continuación)
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