Love Talk

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Para elsafragui
Este es tu primer regalo ;)

Sus gestos desprendían amor y estaba segura de que de sus palabras hubiesen sido amables de haber estado ahí. Al menos eso era lo que Nea pensaba de Vidia. Siempre que la veía gesticular para darse a entender, sentía que nadie necesitaba la capacidad hablar cuando había alguien que podía ser tan amable, suave y afable con solo movimientos de manos. Nea llevaba demasiado tiempos amando los gestos de la otra, así como llevaba tiempo queriendo tener los silenciosos labios ajenos encima de los suyos.

Vidia también pensaba de esa forma sobre Nea. Cada vez que la otra le sonreía, sentía la necesidad de hablar y de gritarle que la amaba. Le entristecía demasiado no tener una voz tan hermosa como la de su amiga. Siempre que veía los rosados labios de Nea abriéndose para hablar maldecía internamente, ya que su propia boca nunca llegaría a emitir la clase de sonidos saltarines y melódicos que escuchaba de parte de la otra. “Si Nea alguna vez escucha palabras de amor que la hagan llorando de felicidad” se decía a sí  misma durante las noches en las que no dormía “No van a ser tus palabras de amor." Se derrumbada fuertemente tras ese pensamiento y comenzaba a llorar, no importaba cuantas noches viniese a ella. Se odiaba. Odiaba su cuerpo,  condenando a permanecer silencioso. Odiaba recordarse que Nea nunca la escucharía decirle que su corte de pelo nuevo hacía la forma de su mandíbula aún más Bonita, o que quería besar cada una de sus pecas, o que el rubio de su cabello hacía sus facciones más suaves de lo que ya eran, o que sus ojitos marrones eran lo único que le importaba en el mundo. Su voz nunca escucharía esas palabras, porque no tenía voz.


“Si hubiese tenido una voz con la que hablar" pensó Nea al despertar en mitad de una lluviosa noche “La suya hubiese sido la más hermosa de todas las voces. Sería tan perfecta que nadie podría describirla. Oh sí, la suya hubiese la más hermosa porque siempre es la más hermosa." Miró el reloj. Eran ellas tres de la madrugada. Probablemente su amiga siguiera despierta. Cogió su teléfono de la mesita de noche y buscó con los ojos medio cerrados por el sueño el número de la otra. Encontró pronto el contacto y pulsó la tecla de llamar. Nada de lo que estaba haciendo tenía el más mínimo sentido, claro que no, pero sentía que hacerlo era estrictamente necesario. Una llama quemaba en su corazón, determinándola a no echarse atrás. “Solo la estoy llamando." Vidia contestó tras unos cuantos segundos. Nea habló primero, sin preguntar un simple “¿cómo estás?” o sin siquiera decir “hola.” Habló y simplemente habló.

-Vidia- su lengua se notaba pesada debido a que acababa de despertar- Tu voz hubiese sido la más bonita de haber existido, pero como los dioses no pudieron darte una, te dieron los gestos más hermosos, porque tú debes ser siempre la más hermosa.

La muda cortó la llamada, llamándola segundos después mediana una videocámara por WhatsApp. Nea encendió la luz de su cuarto para que la otra pudiera verla bien. Vidia hizo lo mismo al otro lado de la línea. La rubia sonrió inconscientemente al ver como una cara redonda y pálida se dibujaba en la pantalla, rodeada de rizos pelirrojos desordenados. Vidia empezó a gesticular. “¿A qué mierda viene eso?” preguntó. La otra tardó en contestar, embobada por la forma en la que las manos ajenas se movían elegantemente.

-Quería… Quería decirte lo hermoso que eres para mí, y no encontré otras palabra que me gustasen más.- confesó.

“¿Y por qué ahora?” dijo “¿Por qué querías decirme nada?”

-Vidia, me desperté y fuiste lo primero en lo que pensé. Y siempre que me despierto, eres mi primer pensamiento, igual que cuando me voy a dormir y tú eres lo único que ocupa mi mente. Y llevo siglos queriendo decirte que te pienso a menudo y que te quiero en demasía. ¿Por qué ahora? Porque sinceramente, siento que si no te lo digo ahora, todo mi valor se va a ir y no voy a poder decirte lo que tanto quiero decirte. Te amo, Vidia, te amo.

La pelirroja suspiró antes de empezar a mover sus manos.

“Siempre quise darte palabras de amor.” Empezó “Siento muchísimo no tener una voz con la que poder decirte lo mucho que te adoro. Me duele no poder decirte que lo que más deseo es tu cariño, tu amor, tus labios y tu piel. Me duele no ser capaz de hablar de verdad y de tener que decir lo que digo a base de gestos de mierda. Yo daría lo que fuese por poder hablar de verdad, de decirte palabras de amor que realmente sean palabras, y me lastima no poder quererte en voz alta. Eres siempre lo primero para mí. Lo eres prácticamente todo para mí. Lo único que mi boca quiere es una voz para hablarte y tus labios sobre los míos.
-No es necesito que hables. Amo tus gestos.

“Pero nunca llegarán a ser palabras de verdad.”

-Puede que no, pero una palabra de verdad nunca llegará a hacerme sentir lo que siento al hablarte.- habló Nea.

“¿Podríamos quedar mañana? Quiero verte y estar contigo.”

-Claro que podemos.

“¿Y podrías decirme más palabras de amor?”

-Siempre, vida.

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