Las clases transcurrían como todos los días, para la pequeña Jisso no era mala en la escuela, ya que cada una de las chicas con las que vivía la ayudaban en eso.
Al salir de la última clase, sintió como algo chocaba con su cabeza, haciendo que perdiera el equilibrio y terminara en el suelo.
-perdón, no quise que tocaras la desgracia- comentó un chico más alto que ella, Brad, penúltimo año de la escuela media, era el más guapo de la escuela según las porristas, ya que pertenecía al equipo de fútbol americano, y sí, su balón fué a dar a mi cabeza.
Tomé mis cosas sin mirarlo, pasé por un lado de con él y salí del salón, todos reían, yo solo contenía mis lágrimas, no podía más, ya fuera por la burla, el golpe en la cabeza había dejado un dolor muy fuerte y lo único que ocupaba era mi cama.
Salí corriendo de la escuela chocando con una persona, al levantar mi mirada pude ver a una Lisa preocupada.
-enana, ¿Que te pasó?- tomó las mejillas de la pequeña limpiando las lágrimas que ya corrían por estás.
-miren es Lisa de BlackPink- gritó una chica apunto de subir al autobús.
-lo más seguro es que la desgracia ya esté de chismosa- comentó una porrista a unos cuantos pasos de nosotras. Lisa al escuchar eso miró a todos los alumnos que se encontraban riendo de la pequeña Jisso.
-dime quien te hizo llorar- Lisa miró a la pequeña preocupada, ya que no paraba de llorar.
-nadie, solo vamos a casa- la pequeña tomó la mano de la más alta llevándola en dirección a su casa.
Lisa no pudo resistir los jalones y se fueron de la escuela, en el camino gobernó un silencio incómodo, el cual no duró mucho una vez ya en casa
-Jisso, tienes que cambiar de escuela a la pequeña ahora mismo- gritó una Lisa enfadada, no soportaba ver cómo se burlaban de ella y no hicieran nada.
-¿Que pasó?- comenta Jisso saliendo de la cocina.
-molestan a la pequeña en la escuela, se estaban burlando de ella, me la encontré corriendo mientras lloraba, esto no puede seguir- dijo rápido la joven delgada.
-cariño, ¿Que sucedió?- Jisso tomó a su hija en brazos, la pequeña estaba devastada, un mar de lágrimas era dueño de sus ojos y mejillas.
-una compañero...me pegó en la cabeza con su balón de fútbol americano, fué un accidente- dice la pequeña aferrándose a los brazos de su madre.
Su madre al escuchar eso revisó la cabeza de su hija, viendo rápidamente la coloración en la parte que fué golpeada.
-no fué un accidente, te pudo haber pasado algo peor, un golpe en la cabeza puede ser mortal- comentó Jennie saliendo de la habitación -Jisso tienes que hablar en la escuela sobre eso, no pueden seguir así-
La pequeña seguía llorando, realmente le dolía el golpe, los balones no eran nada ligeros y ella lo había descubierto.
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Una vida nueva
Randomcuatro chicas muy bonitas con una carrera por delante y...¿un bebé?