Teniendo ya sus manos rodeando el cuello de aquel ser no dudó en acabar con su miserable vida. Una vez le hubo roto el cuello lo tiro al suelo junto con los demás responsables de aquella masacre.
Aquel pequeño pueblo había sido destruido por aquellos seres que creían ser como el, pero no eran más que una abominación aunque demasiado peligrosa. La escena que le rodeaba le confimaba aquello
Suspiro suavemente, pues había llegado tarde ya que al parecer ningún residente de ese pueblo parecía estar vivo. Todos aquellos había sido atacados por un grupo de mestizos siendo dirigidos por alguien como el, un vampiro.
Kim Jong Woon, era un vampiro de "sangre real" puesto que había nacido y crecido como uno. Y fuera de ese rango estaban los que había sido convertidos, aquellos que pasaron de ser simples mortales a un ser inmortal.
Con ellos no habían problemas, no en la mayoría de los casos, ya que algunos de ellos no obedecían las normas. Se sabe que un ser convertido no puede morder a un humano pues estos terminan siendo mestizos. Seres con las mismas caracteristicas que los vampiros pero eran mas violentos y su sed de sangre era interminable lo que los llevaba a destruir pueblos y todo tipo de lugar donde hubiera humanos.
Y su trabajo era acabar con ellos.
Miro de nuevo aquellos seres y si dudarlo les prendió fuego, tenía que desparecer las evidencias que podían llevar a que alguien los descubra.
Sin embargo para el pueblo ya no había salvación, iba a retirarse cuando un pequeño llanto a lo lejos llamo su atención, parecía ser la de un niño pequeño.
Camino con pasos tranquilo hacia donde se oía ese llanto, entró en una casa la cual se encontraba desecha. Subió por las escaleras hasta dar con una habitación. El llanto se hacía cada vez más fuerte conforme avanzaba
Una vez abrió la puerta de esta se encontró con una imagen que lo desconcertó, un pequeño niño de no más de un año se encontraba llorando junto al cuerpo ya sin vida de quien seguramente era su madre.
El pequeño lo miro con esos ojos castaños el cual estaban llenos de lágrimas. Jong sin pensarlo mucho se acercó y tomó al pequeño entre sus brazos quien de inmediato dejó de llorar al ser acurrucado contra su pecho, su aroma era tan dulce.
-¿Te has quedado solo pequeño?
Pregunto a pesar de que sabía que el menor no iba a contestarle, sin embargo este lo miro como si supiera que le estaba hablando a el. Jong lo miro de vuelta sonriendo suavemente al tener su atención, llevo una de sus manos para acariciar una de sus mejillas con suavidad y aquello hizo que el menor sonriera mientras tomaba su mano entre las suyas más pequeñas
Una sensación cálida lo invadió por completo y supo lo que significaba.
-Ahora me tienes a mi, jamás te dejaré.
Mencionó dispuesto a llevárselo consigo, pero una vez que salió de la habitación escucho como alguien venía corriendo hacia la casa y entró por la puerta principal. Guardo silencio mientras intentaba saber quién era.
Por lo angustiado que estaba y por lo que decía supo que era el padre de aquel pequeño que tenía entre sus brazos. Miro al menor otra vez, sabiendo que no podía llevarselo al menos no por ahora.
El angustiado hombre recorría la casa dándose cuenta de lo que estaba pasando asi que antes de que pudiera subir las escaleras y descubrirlo tuvo que actuar rápido.
Dejó al menor en el suelo quien se negaba a que lo soltara.
-Volveré, lo prometo pequeño.
Se quito el collar que traía consigo y se lo coloco al menor. Este era de oro y traía consigo un dije en forma de media Luna del cual colgaba una piedra preciosa en forma de gota de color rojo, el cual era muy significativo para los de su clase.
-Volveré
Mencionó de nuevo en su susurro para así terminar alejándose y el llanto del menor no se dejó esperar, corrió hacia una de las ventanas para poder escapar resistiendo al deseo de querer volver para calmar su llanto. Lo miro una vez más antes de salir de ahí.
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Luna de sangre
FanfictionBajo esta Luna de sangre prometo amarte por toda la eternidad