↬ᴍʏ ʙᴀʙʏ ʙᴏʏ★ [ᴋᴏᴏᴋᴊɪɴ]

✥⑧✥

Las semanas se pasaron volando, el día de la presentación llegó y Jin estaba nervioso. Sumamente nervioso.

Sería la primera vez que actuaría frente a un público conocedor.

De eso, él obtendría críticas y muy posiblemente podría ser llamado para las próximas puestas en escena.

Esa actuación era crucial para él.

Estaba en los camerinos terminando de arreglarse. Tenía que ser un profesional.

— ¡Ya es su turno! -Gritó un chico del staff y los nervios volvieron.

—Vamos Jin, tú puedes. -Se animaba y con toda la actitud, salió como Mercucio. Debía meterse en el papel.

JungKook, JiMin y HoSeok estaban entre el público, el primero compartía los nervios que seguramente sentía su novio.

Pero todo aquello cambió cuando lo vio salir al escenario y actuaba como un profesional.

Sus gestos, su postura, su manera tan segura de hablar, el como actuaba cuando veía hacia el público, sin cohibiciones.

El pelinegro estaba encantado.

Pero sobre todo, orgulloso del talento de su bebé.

—Wow, Jinnie-hyung es muy bueno. -Susurró Ji a sus amigos.

—Totalmente, él nació para ser actor. -Siguió el pelirrojo.

Kook no podía estar más de acuerdo.

Al finalizar la obra, una lluvia de aplausos se escuchó, los tres menores aplaudían eufóricos.

Cuando ya la gente se había marchado, Kook esperaba ansioso el poder felicitar a su Jinnie, pero lo vio muy ocupado hablando con unos hombres de traje.

—Seguramente lo contratarán para las obras teatrales de Corea. -Susurraban unas muchachas cuando pasaron a su lado.

«¿Obras teatrales de Corea?» Repitió en su mente, él sabía que su Jinnie lograría grandes cosas.

Al cabo de unos minutos, junto a sus amigos, decidieron salir del teatro pues se veía que la reunión tardaría, sólo le envió un mensaje indicándole donde lo esperaría.

Estaban comiendo unos postres, platicando sobre la obra cuando un trío de chicos guapos se acercaron a ellos.

— ¡Oh JungKook! Que sorpresa verte aquí. -Dijo el más alto.

—NamJoon-hyung. -Hizo una reverencia, ese chico le agradaba.

—Asumo a que están aquí por Jin, ¿cierto? -Siguió el de hoyuelos tomando asiento junto a los menores.

—Sí. Así es. -Contestó sereno, su mirada puesta sobre el rubio que lo miraba igual.

Los demás empezaron a hablar sobre la obra, sus amigos rápidamente se adaptaron a los dos mayores y platicaban amenamente.

Mientras que el azabache y el rubio se partían la madre con la mirada, ambos esperando a Jin para atacarlo.

Era gracioso ver como un chico mayor competía contra un adolescente.

¿Y sus amigos?

Estos ni se daban por enterados.