Capítulo 1:
Mi nombre es Maiara Montes, diecisiete años y soy un caso perdido o al menos eso dicen mis padres.
Hasta hace unos meses vivía en Madrid pero por temas de trabajo de mi queridísimo padre tuvimos que bajar al sur para ser exactos a Sevilla. No tengo problemas con los andaluces es solo que tengo miedo a no encajar.
Lucas, mi hermano mellizo siempre está a mi lado y es mi compañero de travesuras. Para que mentir, es mi mejor amigo.
Cuando nos enteramos que a mi padre lo habían destinado a otra ciudad nos molestó mucho. Cada cuatro años siempre cambiamos de ciudad aunque esta vez mi padre nos ha prometido que es la última. Nos quedaremos para siempre en Sevilla.
Espero poder encajar.
Día quince de septiembre y como era de esperar en esta ciudad hace calor, demasiado calor. Mi madre nos ha hecho levantarnos muy temprano ya que nuestra nueva escuela está a mas de media hora de mi casa. El viaje como siempre es aburrido. Lucas y yo apenas mantenemos conversación con mi madre, seguimos con nuestra ley del hielo hacia ellos.
¿Qué?
Es frustrante tener que mudarse cada dos por tres.
Lo peor es el estúpido uniforme de esta escuela, ¿desde cuando las chicas tienen que llevar corbata? Eso pasa cuando tus padres en vede mandarte a un escuela pública te mandan a una privada.
La falda escocesa azul pica, la chaqueta tambien azul da mucho calor en encima los absurdos zapatos de cordones son demasiado incómodos.
Para hacer tiempo trenzo mi larga melena rojiza en una trenza de raíz y la coloco sobre mi hombro derecho.
Finalmente el coche frena frente a un enorme edificio donde el escudo del colegio cuelga de unos de los ventanales, un águila posado en un libro abierto y abajo con grandes letras en oro, "Colegio San Idelfonso" . Veo a mi madre sonreirnos por el espejo retrovisor y Lucas le regala una mueca. Agarramos nuestras mochilas y sin despedirnos de nuestra madre salimos del coche. Las primeras miradas curiosas se posan en nosotros dos. Suspiro y comienzo a andar junto a Lucas hasta la gran puerta, ignorando los murmullos de los demás alumnos nos introducimos y nos dirigimos hacia el aula 2ºC. Gracias a Dios la directora de esta escuela no nos separó a mi hermano y a mí.
El aula ya esta lleno y con los primeros sitios ya cogido. Sigo a Lucas hasta el final de la mesa y nos sentamos en la mas cercana a la ventana. Dejo caer mi pesada mochila sobre ella, arrastro la silla hacia atrás y me siento. Lo sé, soy muy jaleosa.
El aula entera mira en nuestra dirección, todos esos malditos ojos curiosos observándonos como si de ratas de laboratorio fuésemos mi hermano y yo.
Un chico de cabellos castaños claros y ondulados se acerca a mi hermano y le tiende la mano.
- Hola, soy Tomas Jiménez.- dice sonriente. Su voz es dulce para que engañarnos y su físico bastante apuesto.- Sois los nuevos, ¿verdad?- pregunta curioso y yo blanqueo los ojos.
- ¿Han sido nuestras caras de corderillos degollados o nuestra faceta antisocial que os acabamos de mostrar?- pregunto burlonamente y hago sonreír a ese tal Tomas.
- Tiene carácter.- Ríe.
- Y es insoportable.- contesta mi hermano con su usual voz ronca.
- Parecéis buena gente, venir os voy a presentar a mis amigos.- Dice con una enorme sonrisa, Lucas y yo nos miramos y decidimos seguir a ese chico.
Tomas nos lleva a uno de los grupos que hay junto a las primeras filas. Cuatro pares de ojos se clavan en nosotros, las chicas del grupo comen con la mirada a mi hermano mientras que de mi nadie nota mi existencia. Aparte de esas gatas en celo hay dos chicos con ellas. Tomas frena sus pasos y vuelve su vista hacia nosotros para asegurarse que hemos seguido sus pasos.
- Chicos, ellos son los nuevos.- dice Tomas.
- ¿Vosotros sois los hermanos Montes?- pregunta una de las chicas.- Osea, Lucas y Maria ¿no?- dice con su voz de pito.
- Maiara, mi nombre es Maiara no María.- le corrijo y ella me fulmina con la mirada. Genial, ya le caigo mal a una y eso que acabo de llegar.
- Cristina, para.- susurra Tomas a la chica de cabellos largos bajita y de voz de pito.
- Soy Lucas, encantado.- dice mi hermano y puedo oír como las chicas suspiran al oír su voz.
¡OH VAMOS! Ni que fuese el mismisimo Harry Styles.
Un chico rubio de bote se lanza sobre Tomas y se dan uno de esos típicos abrazos de chicos que mas que un abrazo es una paliza. ¿Cómo puede ser un saludo darse tortas en una espalda?
Nadie los entiende.
- Jose, ellos son los nuevos.- Los ojos azules y verdes de los dos chicos nos miran.- Ella es Maiara - dice Tomas mirándome a los ojos.- y él es su hermano, Lucas.
- Encantado, yo soy Jose.- dice sonriendo.
Solo puedo asentir con mi cabeza mientras lo analizo. ¡Venga ya! ¿Cuántos adonis hay en esta escuela?
- Todos a sus sitios.- dice una voz aguda pero a la vez grave. Todos nos giramos y observamos al nuevo individuo que ha entrado. Mi boca se entre abre dejando escapar un suspiro. Repito mis palabras de antes, ¿cuantos adonis hay en esta escuela?
Sigo a mi hermano hasta la mesa del final y nos sentamos en silencio. El hombre de no mas de veinticuatro años se sienta sobre la mesa y observa al aula.
- Muchos me conocéis ya del curso pasado, entre en el último trimestre como profesor de prácticas de Inglés.- comienza a diciendo.- Veo rostros nuevos asi que me presentare y luego haremos un juego para que ellos os conozcan un poco.- La clase comienza a silbar y a murmurar en nuestra dirección.- Mi nombre es Tiago García, vuestro tutor y además vuestro profesor de Literatura Universal e Inglés.- aplausos inundan el aula.- Es mi primer año como profesor así que espero que me lo pongáis fácil.- y como era de esperar risas estúpidas salen de las chicas de este aula.- Bien, empecemos por los nuevos.- sus ojos azules se clavan en mi, trago saliva y me pongo en pie.
- Mi nombre es Maiara y no María como algunas estúpidas piensan en este aula.- El aula comienza a reír exceptuando a la tal Cristina y al sexy profesor que me mira sin entender.
- Continúe Maiara.- contesta el profesor una vez que la clase es capaz de controlar las risas.
- Tengo diecisiete años como todos en este aula - y de nuevo vuelven a reír.- ¿qué? No he dicho nada gracioso.- contesto con voz triste fingida. Lucas golpea mi pierna para que pare de hacer el tonto.
Decido terminar mi presentación y me siento. Mi hermano se pone en pie, se desabrocha la corbata dejándola colgada sobre su cuello y saca su camisa fuera de los pantalones.
- Mi nombre es Lucas Montes y odio este puto uniforme.- la clase ríe una vez mas. El profesor se pone en pie y nos mira desafiante.
- Muy graciosos chicos pero si no os importa comportaros sino queréis ser expulsados de esta escuela en vuestro último años.- contesta con voz seria.- Lucas, sino te importa ponte el uniforme como está mandado y no tu faceta chico rebelde.- mi hermano alza una ceja y se cruza de brazos. El profesor suelta un suspiro y vuelve a sentarse.- ¿No me ha oído?- le contesta con voz dura.
- ¿España es un país libre?- pregunta mi hermano sonriendo.
- Sí, ¿a que viene eso?- contesta el profesor inocentemente.
- Entonces creo que mi uniforme esta bien puesto. Tengo la libertad de vestir como me de la gana, de pensar como yo quiera y de creer en lo que a mi me interese. Usted por mucha diferencia de edad que haya entre nosotros no tiene la autoridad de obligarme que debo y que no debo hacer.- dice de golpe mi hermano.
- Si has mirado las normas del col...
- Las normas del colegio no dicen absolutamente nada de como llevar el uniforme.- interrumpe mi hermano.
El profesor nos echa una última mirada y vuelve a su clase ignorándonos.
Parece que nuestra bienvenida no ha sido de mucho gusto para él.
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Hola!!! espero que os haya gustado el primer capítulo de mi nueva novela. Besos y hasta el proximo cap
