Pōtaru

1. Recuerdos de Anikki.

Viernes, 12 de septiembre.

Miro por la ventana, ya es de noche, pero no una noche cualquiera, es de estas noches que a mi, Anikki Gregg, la chica del pelo arco iris, me da por recordar el verano, recordar toda mi infancia, y es ahí donde me paro y hago un throwbacka la vez que miro fotos antiguas. Hojeo rápidamente el álbum, pero me detengo en una foto; en ella estoy con mis dos mejores amigos, sí, ellos siempre estuvieron conmigo, desde que éramos unos enanos: Noah y Kristoff... Llevo sin verles todo un verano, ya que se fueron de vacaciones, por eso los echo muchísimo de menos. Pero bah...dentro de tres días empezaré un nuevo curso, cuarto de secundaria, y nos reencontraremos. ¡Qué ganas! ¿Caeremos en la misma clase? Aún recuerdo la foto como si fuese ayer, cuando Noah me dijo que era su mejor amiga, hace unos cuantos años.

-¡Aaah! (Justo ahora aparece la pesada de mi hermana mayor, una otaku obsesiva, apasionada por el cosplay y que se pasa todo el día leyendo manga, hablando japonés y cambiando de color de pelo) ¡Me has asutado!-

-¡Nee-san! ¿Y mis lentillas nuevas?!-

-Siempre igual...¡Tú y tus cosas...! Tu sabrás.-

-Pff, buenas noches entonces.-

-Buenas noches-

Me acuesto y vuelvo a pensar: tres días para empezar un nuevo curso.

-

Noah también piensa en la vuelta al instituto mientras escucha un tema de My ChemicalRomancey se pone el pijama. 

-Ya queda menos...-

-

Kristoff, también.

-Anikki...- Pensaba mientras se ruborizaba. Anhelaba a su amiga, llevaba muchos años detrás de ella, sin embargo ella nunca le prestó atención.

-Este año te prometo lo mejor, por muy pringado que sea. Te espera una vida a mi lado, lucharé por ello, porque para mi siempre fuiste más que una amiga...-

Kristoff siempre fue un chico tímido, patoso y muy enamoradizo que nunca tuvo suerte en el amor... Cada vez que veía a una chica se intentaba pegar a ella, con el mero intento de enamorarla. Se sentía despreciable, sentía que nunca nadie le querría, y es cuando aparece Anikki en su mente y todo se vuelve color de rosa. Tantos años junto a ella...para él ya llegó el momento de intentar algo juntos.

        Sábado, 13 de septiembre.

Como siempre, yo me hallaba en el sillón leyendo mis libros de ciencia ficción, que, como los de fantasía, son mi mayor pasión. Mi madre me dice que como siga así, cualquier día me van a salir orejas de elfo y voy a ver unicornios por la habitación. El año pasado, Noah y yo nos aburríamos y nos hicimos un amigo imaginario, Rayser, que por cierto sigue vivo en nuestra imaginación. Y siempre he deseado viajar a través del espacio y tiempo, incluso de pequeña quería ser astronauta y ser la primera mujer en pisar un nuevo planeta, pero todo eso es inalcanzable, lo único que tengo a mi alcance son los libros, que a través de ellos soy capaz de revivir la historia. En clase siempre me miran raro, me suelen llamar infantil. No soy como la mayoría del resto, no soy la típica adolescente que piensa en fiestas, alcohol y otras cosas; además de que no pienso un solo segundo en el amor, nunca me he llegado a enamorar, pero tampoco me lo imagino. Y sí, quizás sea algo infantil, pero más culta que la mayoría en clase. Noah también lo es, pero ella no tiene siempre la cabeza en las nubes como yo. Ella por ejemplo tiene espíritu adolescente, y de hecho siempre es la reina de la fiesta. A mi,la verdad no me va eso. Se le ve una tía dura y despreocupada. Yo creo que sale y bebe para desahogarse, tuvo serios problemas en la vida que ya más adelante contaré. Yo le...

-¡Anikki! ¡La cena está lista!-

Como siempre, interrumpiéndome...

-¡Ya voy!

*Fin del capítulo 1*