decidieron ir a comprar comida chatarra y esas cosas.
tú te dirigiste hacia las frituras y le dijiste a él que se encargara de las bebidas.
—yo quiero mi té favorito. – dijiste para irte hacia otra parte.
él sonrió y caminó hacia donde se encontraban los líquidos.
al estar frente al estante, miró con detenimiento todo el pasillo.
habían demasiados tipos de té, sus ojos se abrieron por la sorpresa, te conocía bien, y si te preguntaba exactamente cuál querías, te indignarías un poco, pues tú sabías todo de él, le ponías muchísima atención cuando se tratana de esas cosas.
así que se mantuvo ahí, mirando el estante hecho un manojo de nervios.
—¿cuál... le llevo...? – se preguntó a sí mismo.
en realidad, no te enojabas por ello o te indignabas, le hacías creer eso solo porque te gustaba verlo así.
reíste por lo bajo cuando miraste su expresión.
—oh yeon-ye, eres tan tierno. – le abrazaste y besaste su mejilla.
a veces eras un poco... cruel, por así decirlo.
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