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D R E A M
C A P Í T U L O U N O
casa de los gritos
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————————————————Casa de los gritos, Mil novecientos setenta y algo

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Casa de los gritos,
Mil novecientos setenta y algo...

En el castillo Remus Lupin buscaba un lugar donde esconderse, dentro de un par de días sería la primera luna llena de este año y quería estar preparado de estar lejos para evitar los desastres de su primer año en Hogwarts, había hablado con el director Dumbledore sobre sus temores y el le recomendó sobre una casa en Hogsmeade junto a un Sauce Boxeador que podría estar disponible.

—La dueña de la casa viene y va, no se sabe cuando estara aqui o cuando estará teniendo una aventura. Si la encuentras dile sobre tu licantropía y dejale saber que yo te envíe, ella tomara la decisión.

Remus Lupin no entendió muy bien a qué se refería, pero entro a la casa con algo de temor de que la dueña estuviera y no lo aceptara en los días de la luna llena.

Sus temores parecieron hacerse de verdad cuando escucho el sonido de unos tacones golpean una manera que rechinaba ante el peso de un humano pasando encima de ella, primero apareció su sombre ya que la luz le daba la espalda, y luego su figura hizo acto de presencia pero dejando al niño incapaz de distinguir su rostro ya que la luz hacia qué esa parte de su cuerpo estuviera oscura. Pero eso no evitó que sintiera miedo ante la autoridad que está amañaba.

La madera rechinó una vez más cuando la persona dio un paso hacia su dirección, Y cuando finalmente la pudo ver, Remus frunció el ceño: una señorita de cabellos pelirrojos y un vestido de un color oscuro apareció frente a el, pero a pesar de que imagino a una vieja gruñona como la dueña de esa figura: vaya sorpresa que se reflejó en su rostro cuando vio a una adolescente que probablemente estaba en cuarto año.

Tal vez era una niña que se estaba escondiendo como él, pensó Remus. ¡Pero el sauce boxeador me dio una pelea para entrar! ¿Por que la dejaría a ella?

—¿Quien eres y quien te crees para entrar en mi casa? o mejor dicho, ¿Como mi Sauce Boxeador te dejo entrar? —Definitivamente era la dueña de la casa.

—M-mi nombre-bre es Re-remus Lupin, señora...digo señorita... y y-yo... —Remus callo cuando conecto sus ojos con la mirada intimidante de la muchacha desconocida.

Lorena echo un vistazo al niño nervioso que tenía enfrente, se percató de su uniforme y supo que era un estudiante.

—Tal vez te perdiste, puedes irte antes de que te acuse con el conserje flacucho ese amante de los gatos a los que todos les tienen miedo.

—Disculpe por entrar a-a su-su ca-casa, pero soy un joven licántropo enviado por el prof-fesor Dumbledore, que dijo que podía esconde-erme en su casa esta lu-luna llena. La-a verdad es que-que no qui-e-ero lastimar a nadie. —explicó Remus mientras le extendía la carta de Dumbledore a la joven, ella leyó lo que decía.

"Querida,

Deja al pobre niño en paz porque yo fui quien lo llevó a tu casa. Déjalo quedarse porque ambos sabemos que tú nunca estás ahí. Te preguntaras por qué he dejado que vaya hasta ti: pero es un chico que busca no lastimar a nadie debido a su condición, déjalo refugiarse como una vez tú hiciste en esa casa

Por cierto, es inaceptable el hecho de que llegarás y no me avisarás. Tomaremos el té esta noche.

Tú amigo desde hace mucho, Dumby"

—Lo que dices es cierto , te dejare explicarte. Tienes 5 minutos antes de que te lleve afuera para que él árbol te aplaste —contestó la pelirroja, sentándose en una silla sin arrugar la falda que llevaba puesta, y cruzando una pierna sobre la otra. Y él le contó la corta historia de la mordida por vengamos y como ahora se convertía en un lobo cada luna llena.

La pelirroja asentía para dejarle saber que lo escuchaba , y Remus se sorprendía cada vez que levantaba la vista hacia ella y el hecho de que lo escuchara con tanta concentración. Y la verdad es que ella se vio de cierta manera en él,alguien que solo quería un lugar donde esconderse del mundo exterior para así estar con la libertad de no molestar a nadie debido a sus propios problemas. Sonrió, de todas maneras: ella prácticamente no vivía en esa casa, compartirla no sería un problema, y así ayudaría a alguien a no caer en los mismos errores que ella.

—No te preocupes, no muerdo —aunque: tú sí, pensó ella—. Desde hoy, mi casa es tu casa. Pero... —al joven Lunático le recorrió un escalofrío del miedo y nerviosismo que sentía—, como compañeros de casa: deseo conocer un poco más a la persona a la que confiare esta choza, mientras ambos contribuiremos en ella. A si que, mientras limpiamos: ¿Por que no me cuentas sobre ti?

Y cuando la mujer le sonrió, Remus sonrió también. Tuvieron pequeñas charlas, y él le contó de sus amigos y ella se mostró ansiosa por conocerlos. Conociendo a los merodeadores (un nombre que ella les dio por las cualidades de los chicos para burlarse de su reputación) y conociendo a Rowina Wonderwall (futura novia de James Potter) quien se convirtió en su gran amiga y confidente.

Porque ese día él le contó de sus rarezas y ella le contó las suyas, se ayudaron mutuamente para así construir la leyenda de La Casa de los Gritos.

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Primer capítulo, espero lo disfruten

Dream [ h.p ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora