Capitulo 1 Los inicios de un loco

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Bueno pues supongo antes que nada debo presentarme; soy Alexander Gardner, un chico de ya 20 años el cual es frió, introvertido y vive en una isla aislado de toda la sociedad porque hasta hace unos pocos años era un sicario, seh supongo que ese era un pequeño detallito de todo, okay creo que debo dejar de bromear, iniciare de nuevo.

Comenzare a explicarles porque voy a iniciar a escribir esto, como ya conté fui un sicario, un asesino a sueldo (por si no sabían que era), y pues durante 6 años aproximadamente lleve un "registro" que mas bien parecía un diario pero así suena muy femenino jajaja, bueno, el punto es que escribí casi todo lo que hice a partir de un momento muy importante y lo último fue el final de toda mi "carrera" de asesinatos.

Todo esto inicio hace ya 10 años, yo tenía una edad de 12 casi 13, y pues la verdad no la pasaba para nada bien, todo se torció cuando llegue a la secundaria, y pues digamos que las situaciones en mi casa no hicieron más que darme una personalidad cerrada e introvertida. Todo porque en ese momento mis papas estaban por divorciarse, además de un maltrato directo contra mí por parte de ambos, todo eso porque cuando mi madre quedo embarazada de mi; fue cuando estaba en preparatoria, y prácticamente obligo a mi padre a cuidarla a ella y a mí, pero pues él era un patán de mier... perdón, era un patán y pues realmente no hizo casi nada por nosotros, más que quejarse y menospreciarme, en cuanto aprendí a hablar y caminar me dejaron suelto por ahí, ni se preocupaban por lo que hacía, más que cuando arruinaba o rompía algo, ahí si me hacían caso, pero no de preocupación... creo que aun tengo esas cicatrices de cinturonazos en la espalda, pero bueno todo eso genero que prefiriera aislarme para no tener problemas con los demás, por lo cual no tenía amigos, y todo empeoraba ya que siempre nos mudábamos por motivos de dinero, dejándome así sin amistades, habilidad, ganas para socializar y pocas cosas en general por el tema económico.

Mayormente me la pasaba o en mi cuarto tratando de evitar a mis padres, viendo a la nada o leyendo el mismo libro infantil por centésima vez, o luego también salía a dar paseos largos por la ciudad, y no fue una las veces que me trataron de asaltar y al final solo me golpeaban por no tener nada que entregar. Eso no es todo, no sé si sepan lo crueles que pueden ser los niños de primaria y secundaria actualmente, me empezaron a joder, perdón, molestar por no tener amigos, bueno eso es comprensible, pero también por mi ropa, porque tenia malas notas, por mis moretones y por ser pobre prácticamente, y los profesores, bien gracias, hago una tarea en su clase, a por un reporte y una paliza en casa, ah pero bullying nah, cosas de niños, ¡jódanse!, pero pues ya, soporte los golpes y las burlas por varios años, me empezaba a acostumbrar a ellos y pues ya casi no me afectaban, pero los golpes esos si me seguían doliendo, y los insultos de mis padres aun mas, aun recuerdo esas malditas frases que me destrozaban el corazón; "no debiste haber nacido, nos jodiste la vida maldito, ojala te vayas pronto, ¿para qué te queremos? Solo eres un estorbo" entre muchos otros tristemente, pero era lo que me tocaba aguantar...

Pero si creen que yo soportaría eso y estaría feliz de la vida por ahí, si que están equivocados, no soy un "genio" sentimental o una jalada así, solo era un chico que no quería vivir, pero le temía mucho a la muerte, ¿mi solución? Empecé a cortarme, y si, sé que eso no está bien, créanme he ido a mil psicólogos mil veces, pero prefería sentir dolor físico a dolor emocional y otras cosas, aunque de mucho no funciono, pero la sensación de la sangre por mis brazos, su color, su olor, ese liquido rojo en si me alteraba, y ese dolor me daba adrenalina, me sentía vivo por un momento al hacer eso, aunque una que otra ida al hospital no falto y al psicólogo igual, aunque de ambos aprendía algo, del hospital; a curarme a mí mismo y tratar heridas de arma blanca, y del psicólogo; que no importaba a quien buscara nunca encontraría a alguien que me pudiese ayudar.

Seguí con las cortadas, hasta que se me acabaron las cuchillas, y pues me cayó una buena cuando mis padres se enteraron al ver que ya no había, ¿de qué se quejaban? Si querían que yo estuviera muerto. Después de eso me fui por una opción la cual era más discreta, compre una navaja, bueno, varias navajas, empecé a coleccionarlas, esas armas blancas con tantos diseños, eran hermosas, y pues prácticamente cada una tenía ya mi sangre, pero aun así mantenían su belleza, mi favorita era una retráctil de color rojo con un estampado de rosas con espinas, era la que mas usaba, y casi no me separaba de ella. Y pues todo iba bien de cierto modo, los demás niños se seguían metiendo conmigo, aunque ya no tanto con mis cosas, ya que gracias a una actividad un poco ilegal obtenía dinero, a veces mucho a veces poco, pero era algo, y así me compraba necesidades propias, pero por otros aspectos aun me hacían la vida de cuadritos, y mis papas ya no eran los únicos que me pegaban, y como era costumbre nadie hacia nada.

La Sangre en Mi HistoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora