PERDÓNAME AMOR MÍO

INTRODUCCIÓN

Fujisaki nunca fue una persona que haya experimentado la felicidad o amor, siempre ha estado sólo en esta vida y fue por ese sentimiento de soledad y abandono que ha intentado en dos ocasiones quitarse la vida. En la primera apenas era un niño de unos ocho años aproximadamente en esa ocasión decidió cortarse el abdomen para morir desangrado, pero su nana lo llevó a urgencias, logrando así salvarle la vida. Sus padres nunca se enteraron la razón de porque su hijo se hallaba en el hospital, aunque tampoco hicieron algún tipo de esfuerzo para saberlo.

La segunda vez también casi lo logra, en ese momento se encontraba en la azotea de su escuela y antes de poderse aventar un peculiar chico lo detuvo, desde el instante que ese joven lo rescató de la muerte se enamoró por primera vez, aunque no fue buena idea que se enamorara de un chico perteneciente al Club de Fotografía de la escuela y menos el vicepresidente de este, ese adolescente era Ayato Yuri, un chico que sólo le interesaba el sexo y nada más.

Fue por eso que se sorprendió cuando Yuri aceptó ser su novio, diciéndole que por fin sus sentimientos lo habían alcanzado y que sólo le pertenecía sólo a él porque también lo amaba. Fujisaki no podía con la alegría que sentía en ese momento, lo que siempre soñó se al fin se cumpliría, porque él sólo quería estar toda su vida a lado de la persona que más amaba.

Por otro lado, Yuri pensaba que la broma que el club de fotografía había propuesto le quitaría el aburrimiento por lo menos unas dos o tres semanas hasta volverse aburrir con el cuerpo de su nuevo amante en turno. Él no se arrepentía de eso, porque según Ayato nadie lo amaba y ese chico sólo quería su cuerpo como los demás, así que, no había nada que perder porque al fin y al cabo sólo jugaba con alguien que decía amarlo sin ser verdad o bueno eso es lo que el peli rosado pensaba.

Si tan sólo no hubiera sido un cabeza dura amante del sexo, la única persona que lo amaba a pesar de que Yuri era una mierda de persona seguiría a su lado y el vacío en su pecho ni fuera cada vez más presente.