Justice Katana

Prólogo

El celular sonó, aquella sombra envuelta en la oscuridad tomó el móvil y contestó.
-¿Hola?- dijo mientras su mirada se dirigía hacia la ventana, donde se podía ver una gran ciudad bañada en lluvia. -Así que ya tienen su ubicación... voy para allá-.

Aquel hombre tomó las llaves de su auto y de inmediato se dirigió hacia el Distrito 12.

-La velocidad a la que corre ese individuo es impresionante, no sé si podamos contenerlo más, necesitamos tu ayuda, ven rápido- decía otro hombre por el comunicador.

-Ya estoy aquí- contestó una figura al lado de él. -Bien oficial, yo me encargaré de esto- dirigió su vista hacia el edificio que tenía enfrente. Entrecerró los ojos tratando de enfocar, ya que era difícil ver debido a la lluvia tormentosa y la oscuridad de la noche en aquel sitio. Sin decir nada caminó hacia el edificio que tenía enfrente.

Al entrar lo único que se escuchaba era el ruido de las sirenas de las patrullas que se encontraban en el exterior. -Sé que estás aquí, podemos hacer esto de dos modos...- Cargaba su arma con tres balas mientras hablaba. -Una, te entregas y vuelves más fácil mi trabajo...- Metió la última bala al cargador. -O dos... sales de aquí en una bolsa de plástico color negro...-

El silencio se hizo presente, pero fue roto cuando se escuchó el crujir del metal contra metal. -¡El que saldrá en una bolsa de aquí, serás tú!- otra sombra saltó desde lo alto, a la luz de la Luna que atravesaba los vidrios empapados del edificio comenzó una confrontación.

-¡Lárgate de aquí!- gritó la sombra que había saltado mientras repartía estocadas, con lo que parecía ser una espada samurai.

-Lo siento chico, es mi trabajo- dijo el otro hombre mientras esquivaba por poco las estocadas, él cada vez se veía más aprisionado, quedó acorralado. Y en un momento de debilidad, una estocada logró rozar su pecho, causándole una cortada. La otra sombra aprovechó la oportunidad para desaparecer...

El hombre tardó unos segundos en recuperar el aliento y tolerar el dolor de la herida y otros cuantos en localizar a su objetivo, fue tras él.

-¿Qué carajo?, ¿Cómo es posible que este tipo me siga a esta velocidad estando heeido?- pensó el chico de la espada.

Adelante de ellos había una ventana, la sombra desenvainó su katana y con un par de cortes limpios destrozó el vidrio, saltó sin pensar y cayó en la azotea de otro edificio.

-No podrá seguirma hasta ac...- se sorprendió al no ver ningun rastro del hombre que le perseguía, miró hacia todos lados, pero no logró divisarlo.

En lo alto del edificio observaba, aquel chico.

-Sinceramente eres un rival admirable- dijo el hombre saliendo de entre las sombras -Es una lástima que tenga que acabar contigo, con una persona con ese talento, formidable- susurró para él mismo. Apuntó con su arma.

-Otro más para mi colección-
Disparó...