Your Sentry (Wonho y Tú) OMEGAVERSE

Capítulo 2

Mascota

Narra Wonho

Me senté detrás del árbol que siempre uso de escudo para mirarla como casi todas las tardes, noches, o mañanas en las que puedo venir, ¡Lo sé! Soy un jodido psicópata, pero no puedo evitarlo, es ella.

Agudicé las orejas, al parecer tuvo un mal día en la universidad, reí en mi mente.

__Tn_- Sí mamá, me fue mal en el examen.- Decía mientras se quitaba las medias en su cuarto- Estudié, pero al parecer no fue suficiente para ese viejo amargado.- Seguía con el celular pegado a la oreja, el hombro lo apresaba para que no se cayera, se paró frente al espejo para desabrochar el botón del jean- ¿El chico con el que salía? Ah, sí, ese patán, lo vi con una morena en el centro, ¿Lo ves madre? Por eso me gusta a donde me mudé, nadie me molesta.- Abrió la cremallera y bajó los pantalones, relamí mi jodido labio, está mal pero qué bien se siente presenciar esto.

Se miró al espejo desanimada, quería entrar y decirle lo bien que se veía, que ninguna mujer iba a ser como ella, ni una sola, que tampoco un idiota bueno para nada valía su tiempo.

Pero no se puede.

__Tn_- Iré a bañarme y sacarme esta mala suerte, envía saludos a papá, a mis hermanos si los ves.- Asintió con una sonrisa- Te amo igual doña gritona.- Colgó- Ah...- Suspiró- Necesito una mascota para contarle mi día a día.- Quitó la parte de arriba, digno cuerpo, admirado por mis despreciables ojos.

Buscaba ropa en el closet, ropa interior, una camiseta grande, unos shorts.

Wonho- Baba no te caigas.- Limpié con mi pata, estoy convertido aún.

Mi celo se acercaba, y en días como estos estaba más desesperado que de costumbre con respecto al sexo, verla a ella me aseguraba unas noches ocupado en mi oscura habitación, agradecía al cielo por no vivir con mis padres porque muchas veces se me fue de las manos pensar en __Tn_.

__Tn_- ¿Si adopto un gato?- Negué, por Dios no- Me gustan los perros, así que paso.- Suspiré de alivio- Bueno, decidido, el próximo perro carente de protección que vea será mío.

¡¡Yo!! Dije mentalmente mientras mis patas hacían un movimiento parecido al de los caballos, pero era por felicidad, luego de frenar mi vergonzoso festejo, al mirar la ventana ella no estaba.

Creo que por hoy ya vi demasiado, debo volver a casa, es tarde y no tendría abusar de la suerte, a duras penas volví a mi comunidad, como si nada, me parecía tan aburrida y repetitiva, todos tan correctos, yo era el raro por no haber formalizado a mis veintiséis años, bueno, algunos de mis amigos tenían ofertas que en poco tiempo aceptarían dependiendo de su estatus.

Me niego a ser el pelele de una alfa, no quería criar lobos, osea hijos míos. Pues me explicaré, en la comunidad acostumbran a que los alfas, sean machos o hembras, tengan el poder y dominio de su omega, qué quiero decir con esto, que si eres un omega mujer, debes preñarte, tener hijos y ser solo eso, una esposa, en el caso de un omega hombre, sería lo mismo, solo que nosotros, debemos preñar a la alfa y ellas al parir, nos dan los niños para criarlos, seríamos unas madres también.

Yo no quiero ser madre, solo quiero ser yo, nada más simple que eso, pero estaba errado, pensaba como humano, quería tener derechos como ellos, y eso nunca pasaría, no en este mundo.