—Hey ¿estás bien? —La voz de TaeHyung interrumpió el tren de pensamientos de JiMin.
—Dame un minuto —murmuró JiMin.
—Bien entonces. Estaré abajo con JungKook y los cachorros. —Su mejor amigo le apretó el hombro a JiMin, antes de salir de la puerta principal.
JiMin echó una última mirada a su estudio. No había sido suyo durante mucho tiempo en realidad. Habían pasado dos años desde que dio a luz a los cachorros de JungKook. Desde entonces, él continuó viviendo con JungKook, constantemente resolviendo los problemas en su relación. Desde el principio ambos sabían que no todo sería arcoíris y rayos de sol. Algunos días, querían matarse el uno al otro, pero lo superaban.
Aun así, JungKook le permitió quedarse con el apartamento, en caso de que JiMin cambiara de opinión. La idea surgió una o dos veces, pero solo durante un par de segundos. JiMin solo necesitaba ver lo que estaba a punto de dejar atrás antes de regresar a su departamento.
La mayoría de sus cosas habían sido empacadas, dejando solo espacio vacío. Justo después de dar a luz, JiMin le dijo a la agencia que JungKook era su última asignación. No lo tomaron demasiado mal, pero le dijeron que, si todavía era fértil y elegía regresar, sus puertas siempre estarían abiertas. JiMin pensó que era poco probable, pero mantuvo esa parte para él.
Caminó a lo largo del pequeño espacio, tocando las paredes desnudas, los espacios que una vez mantuvieron sus muebles. Parecía una vida más desde que se mudó a la ciudad, incierto y asustado de su futuro.
En ese entonces, JiMin juró que no necesitaba un compañero para ser feliz... hasta que encontró al hombre correcto de todos modos. Después de hacer el recorrido, que fue un recorrido corto, JiMin cerró la puerta detrás de él. La llave de repuesto, la dejó dentro de un sobre junto con el último pago de su alquiler mensual.
JiMin deslizó el sobre a través de la ranura de la puerta, sabiendo que el Sr. Kim, el propietario lo encontraría. Sintiéndose lleno de energía, trotó escaleras abajo. Su corazón todavía estaba acelerado cuando llegó a la acera. Al ver a JungKook hablando con TaeHyung, JiMin no anunció su presencia al instante.
JungKook tenía a YoungSu Jr. sobre su hombro. El cachorro normalmente era ruidoso, pero esta vez, casi parecía un angelito. TaeHyung sostenía a SunHee de la mano. Su pequeña niña estalló en una sonrisa enseñando sus dientes, viendo a JiMin.
—¡Papi! —Ella lo llamó, delatando su posición.
—Hey, bebita. ¿Te has estado comportando? —JiMin preguntó.
Ella le guiñó un ojo. La adorable diablilla. JiMin temía el día en que su pequeña creciera y empezara a llamar la atención. Por otra parte, JiMin podía confiar en que JungKook ahuyentaría a todos los chicos o chicas tontos que vinieran olfateándola.
—En su mayoría —respondió TaeHyung.
—¿Todo bien? —JungKook preguntó después de que JiMin lo besó en la mejilla.
—Perfecto. Vámonos a casa.
—Esa es la señal para que nos vayamos —dijo TaeHyung, y luego le guiñó un ojo a SunHee.
—¿Estás seguro de que estás bien con llevarte a los niños por un par de horas? —JungKook preguntó.
—No te preocupes, pastelito. El tío TaeHyung cuidará de sus pequeños ángeles.
JiMin resopló. Los cachorros de hombre lobo podían ser problemáticos, especialmente cuando crecían. Especialmente a esta edad, a YoungSu y SunHee les gustaba pasar de humanos a cachorros cuando querían. Adormecido, YoungSu Jr. despertó en el hombro de JungKook y JungKook lo bajó.
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Omega Sustituto (Kookmin) | Adap.
WerewolfSoy un Omega Sustituto. Es mi trabajo llevar un cachorro de Alfa a termino completo... por un precio. No me juzgues. Hago esto para sobrevivir. Las reglas son simples: nunca te involucres demasiado ni te enamores. Es más fácil decirlo que hacerlo, p...